Julio me manda por mail este artículo de Carlos Escudé sobre el relativismo moral. Muy interesante, como decía en este artículo de La Nación de hace un par de años:
Este contraste nos lleva a una reflexión más general, que es pertinente para una amplia gama de conflictos contemporáneos. La humanidad posmoderna enfrenta una disyuntiva y una paradoja. Si todos los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque hay culturas que no reconocen, ni siquiera en principio, la vigencia de unos derechos humanos universales. Si, por el contrario, todas las culturas son moralmente equivalentes, entonces todos los hombres no tenemos los mismos derechos, porque hay culturas que adjudican a algunos hombres más derechos que a otros. Podemos dar por válida una u otra de las afirmaciones precedentes, pero ambas no pueden ser verdaderas al mismo tiempo.
Quienes creemos que todos los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos esenciales no podemos aceptar la equivalencia moral de las culturas sin incurrir en una contradicción lógica. El Estado de Israel puede cometer múltiples errores e incluso crímenes, pero en tanto reconoce la vigencia de derechos humanos elementales, pertenece al estrato de culturas que son moralmente superiores.
No se lo pierdan:
LA MAYOR PARTE DE LOS OCCIDENTALES INSTRUIDOS CREE a pie juntillas que así como todos los individuos poseemos los mismos derechos humanos esenciales, todas las culturas o civilizaciones son igualmente respetables y han de considerarse moralmente equivalentes.
Sin embargo, basta con detenernos un instante en este lugar común de gente culta para comprender que si todos estamos dotados de esos mismos derechos, entonces todas las culturas no son moralmente equivalentes, porque aquellas que reconocen que todos poseemos los mismos derechos son éticamente superiores a aquellas que no lo reconocen. Si por el contrario, todas las culturas son moralmente equivalentes, entonces todos los individuos no estamos dotados de los mismos derechos humanos, porque algunas culturas adjudican a algunos hombres más derechos que a otros hombres y mujeres. En suma, estas dos afirmaciones, de aquí en más las Proposiciones A y B, no pueden ser válidas simultáneamente.
"Podemos dar por válida una u otra de las afirmaciones precedentes, pero ambas no pueden ser verdaderas al mismo tiempo."
ReplyDeleteSe equivoca Escudé. Existe una lógica predominante que es absolutamente libre de postular uno y su contrario de acuerdo a como le venga mejor,y que le importa un pepino la rigurosidad de razonamiento.
Me olvide de comentarte. Hace un tiempo un amigo que vive en Londres, me comentaba el gran auge que ha tomado el estudio sobre cuestiones de la Edad Media en la comunidad académica. Aparentemente es un paralelismo difícil de ignorar, duro a la hora de extrapolar, pero preciso para entender los tiempos que corren.
ReplyDeleteUn abrazo!
Perdón por no incluir los links, pero ayer me agarró la caída de Blogger y no pude continuar.
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