La ignorancia es salud

Hace unas semanas se conoció un informe que indicaría que los canadienses son más sanos que los norteamericanos. Unas semanas antes se había conocido uno que indicaba que los ingleses son más sanos que los norteamericanos.

Lo interesante es la metodología del estudio. En lugar de usar estadísticas sobre el número de pacientes, tratamientos, muertes, internaciones y demás, los responsables de este informe llamaban por teléfono a personas en ambos países y les preguntaban si sufrían de diabetes, corazón, presión alta y demás.

Esta es una de esas áreas en que la ignorancia es felicidad. Cuanto más acceso al cuidado de la salud tiene una persona, mayores son las posibilidades de que se entere de que está enfermo de algo. Por lo que se puede dar la paradoja de que cuanto más eficiente sea un sistema de salud, más enferma se considere una persona a si misma. Estoy seguro de que bajo los parámetros de este estudio, los hacheros del Chaco santiagueño son más sanos que el norteamericano promedio. Simplemente porque con escasísimo acceso al cuidado de la salud, no tienen la más peregrina idea de lo que les pasa.

En países como Canadá, ni que hablar del Reino Unido, los pacientes deben esperar meses para acceder a cualquier tipo de examen de diagnostico como los que se necesitan para detectar el tipo de problemas de salud que se mencionan en el estudio. La falta de prevención es uno de los principales problemas de los sistemas socializados, donde la escasez es la norma.

Sinceramente parece un chiste. O un intento más de vender los sistemas socializados de salud como la panacea.