Dec 3, 2006
La "gran Galtieri"
Más sobre lo que vengo diciendo por acá sobre el otorgamiento a Uruguay del estatus de Enemigo Público Número Uno, casi superando a los EEUU e Inglaterra:
En estos días, y agotadas las vías legales del derecho internacional en perjuicio de la posición extrema argentina, solo quedará aceptarla con resignación y hombría de bien, y limitarse a verificar la calidad de las aguas del río Uruguay, que seguramente serán satisfactorias. Lamentablemente para nosotros, no tenemos lecciones que dar en materia de lucha contra la contaminación del río. Quién recorra en estos días la rambla montevideana, verá a la población local bañarse sin temor desde una punta a la otra de la ciudad, imagen imposible de registrar en nuestras costas.
No estando la razón de nuestra parte, y mordiendo nuestras autoridades el polvo de la derrota legal, a la postura extrema solo quedaría el recurso de la fuerza. Los agitadores locales solo deberían provocar el "casus belli". Lo mismo se hizo en el caso Malvinas con la provocadora ocupación de una planta ballenera que fue pronto reprimida por los ingleses. Si se produjeran agresiones a viajeros uruguayos, agitación en Fray Bentos, ataques directos a la planta, corte del río Uruguay (¡hay quienes evocan la batalla de la vuelta de Obligado!), o cualquier desatino, al gobierno solo le quedaría el "deber" de defender vidas e intereses locales. Y estaríamos de lleno en "la gran Galtieri"...
Si como ciudadano inquieto me planteo estas reflexiones, lo hago por varias razones. La primera es que este gobierno y este presidente en particular aplica sistemáticamente el conflicto como método para lograr sus fines. La segunda es que habiéndose planteado el tema de las papeleras con el tiempo suficiente como para buscar soluciones razonables, veo a Kirchner más inclinado a apretar el acelerador que el freno frente a la curva cerrada que se aproxima. Al calificar Kirchner de intransigente al presidente del Uruguay y su lenguaraz Fernández de incapaz lo que están haciendo es caldear los ánimos, más que apaciguarlos. La tercera es que veo a nuestros políticos más ocupados en sus mezquinas cuestiones de candidaturas que en los verdaderos intereses de la patria. La paz es uno de los principales bienes a preservar. Las consecuencias de no hacerlo, y de los desvaríos de los extremistas las pagaríamos todos, uruguayos y argentinos. Ninguno de los dos pueblos merece ser objeto de experimentos de patoteros de barrio.
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Hola:
ReplyDeleteSerá que le faltan problemas que solucionar en los paises que se dedican a hacer tonteras que terminan más mal que bien.
Y despues se preguntan porque no somos desarrollados los latinoamericanos.