Más de este tema. Hasta hace poco había mucha gente loca de contenta con el modelo de la devaluación. Muchas de estas personas sostenían que no deberíamos quejarnos porque, después de todo, el esquema actual implica una nueva convertibilidad de hecho. En fin, yo creo que en definitiva se trata de dos visiones totalmente opuestas de lo que debería ser la Argentina.
Lo explica Don Daniel Naszewski:
El mecanismo es parecido, pero el paradigma es opuesto: en los noventa se sostenía un dólar único 1 x 1 con la idea de frenar la inflación y provocar en todo caso que la competitividad de la economía mejorara gracias al esfuerzo privado, vía más inversiones, capitales, modernización, mejoras en la calidad y eficiencia. En estos años, en cambio, el dólar es “la” herramienta para prestarle competitividad a los sectores que se considera que son los que deben estimularse para crecer. Detrás de esto existe la idea que el Estado debe elegir a los ganadores y a los perdedores del “modelo”. El dólar es en este paradigma un sistema de redistribución de ingresos (del campo a la ciudad) vía un mecanismo de tipo de cambio múltiple, de freno a los precios de los alimentos de la canasta familiar y de recaudación vía las retenciones al sector primario. ¿No será pedirle mucho a un simple billetito?
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