Sigue el proceso de tercermundizacion galopante del país. Los indicadores están por todos lados.
Estas ferias existen en toda la región, tal vez con la sola excepción de Chile. La versión de Lima se llama “Polvos Azules”, y está a pocas cuadras de la casa de gobierno. Las de Quito y Guayaquil son enormes.
Tradicionalmente en la Argentina este fenómeno siempre fue más limitado, pero la “Nueva Argentina” está decidida a continuar la marcha hacia su destino de pobreza y atraso. Eso sí, con Dignidad.
Me imagino que las extremadamente competentes autoridades del país, y la extremadamente sagaz e informada opinión pública, saben o se imagina que es prácticamente imposible erradicar estas prácticas una vez que se generalizan en una sociedad.
Mi vieja trabajaba en una fabrica de pastas en Olivos, y los primeros lunes de cada mes tomabamos el tren hasta Retiro y de ahi caminabamos por Florida hasta Gath y Chavez para pagar la cuota de los electrodomesticos.
ReplyDeleteAlli me cotaban el pelo, y luego ibamos al paraiso: La pizzeria Las Cuartetas en Corrientes casi Carlos Pellegrini, justo al lado del Trust Joyero, en donde yo me llenaba la panza de pizza, coca-cola y sopa inglesa.
Muy poco Nacional y Popular lo tuyo, Víctor. Las verdaderas familias reolucionarias toman un bondi trucho hasta la feria de La Salada y se comen un chori de dorapa en un puesto clandestino.
ReplyDeleteEn Chile tambien hay este tipo de ferias, aunque su numero a disminuido bastante en comparacion a otros años, al menos en Santiago y Viña del Mar que es por donde estuve hace poco.
ReplyDeleteSiguiendo con la historia antigua: cuando yo era chico, La Salada era un balneario, con piletones de agua salada, por supuesto. Y tenia un pileton en el cual el fondo estaba lleno de barro (con olor a pedo) que las viejas se ponian en la piel y luego dejaban que se seque al sol, porque decian que rejuvenecia.
ReplyDeleteTodo le copian a Las Termas de Río Hondo, dejate de joder.
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