Jan 14, 2007
El bulldog caniche
Hoy leo esta entrevista a López Murphy en La Nación. Sostiene que se siente un liberal clásico, pero también un progresista. Dejate de joder.
Insisto con lo que vengo diciendo por acá, me pregunto quién asesora al ex candidato a presidente. Entiendo que todo vale para conseguir adhesiones, pero por qué este grado de disparate. Qué manera de piantar votos. ¿O sinceramente cree que autodenominándose “progresista” va a conseguir votos del populismo telúrico?
Y pensar que esta es la derecha argentina, la esperanza de los sectores moderados:
Un libro sobre liberalismo descansa sobre la mesa del living en la casa que Ricardo López Murphy alquiló en este pueblo de la costa bonaerense. "Yo me siento un liberal clásico, pero también un progresista", afirma el líder de Recrear. ¿Progresista? No en los términos en los que la clase dirigente argentina toma la definición, explica. "Creo en el progreso, en el desarrollo y en las libertades individuales. El que no es progresista es el gobierno de Kirchner, en todo caso, que está anclado en el pasado, que tiene un gobierno que atrasa, con cosas monárquicas", insiste el socio político de Pro.
Kirchner, de acuerdo con la visión de López Murphy, "confunde el Estado con la familia, es nepotista y conduce un gobierno anacrónico".
En una entrevista con LA NACION, López Murphy mostró diferencias con el Gobierno, confirmó que será candidato, se distanció de un acuerdo con Roberto Lavagna y rechazó la idea de que el lanzamiento del ex ministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner hubiera modificado los plazos electorales.
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Luis,
ReplyDeleteEs el problema de nuestros políticos, no tienen agallas para decir que son de derecha. Temen como a la peste el juicio adverso de los bienpensantes. No se puede hacer política de manera reactiva, hay que ir al frente con sus ideas. Bush es un ejemplo en ese sentido.
En nuestro país los progres están ganando por goleada la guerra cultural.
RLM es el cabal ejemplo de cómo se puede fracasar por vocación, y como se puede convertir un proyecto exitoso en un fracaso intrascendente
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