El nuevo rector descubrió que la UBA es un caos, después de asumir en el cargo, tras ocho meses de acefalía y cinco intentos fallidos se sesión de la Asamblea Universitaria, gracias a los muchachos de la FUBA. Cortes de servicios, faltante de fondos, irregularidades administrativas de todo tipo.
Perdón, pero si 500 desaforados con tácticas fascistas pueden impedir el funcionamiento de la principal universidad del país, con más de 300.000 alumnos, ¿alguien honestamente se puede sorprender por todo esto?
Lo má'grande es que una vez que denuncia el "estado caótico" recurre a la única arma que conocen los políticos locales, manguear más plata
ReplyDeleteSHL, pero por supuesto, es un clásico.
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