Qué les puedo decir, me impresiona mucho el cariz que están tomando las cosas en Argentina. Ya lo dije más de una vez. Una cosa es imaginárselo, sabiendo que todo esto termina muy mal, y otra muy distinta es comprobarlo día tras día en cada uno de los disparates en los que se embarca nuestra sociedad. Porque no debemos engañarnos, el problema no es Kirchner o nuestra clase política; somos nosotros, que contemplamos este triste espectáculo convencidos de que esta vez seguro que sale bien.
Podría llegar a entender que dentro de un gobierno muy mediocre haya algunos personajes absolutamente desquiciados, pero lo sinceramente sorprendente es notar que no existe el menor resquicio de algún sistema de reaseguro institucional. No escucho a nadie, ninguna institución de la república, ningún organismo de control, ningún funcionario de ningún poder del estado tratar de imponer un mínimo de racionalidad.
Tal vez debamos resignarnos a que la actual ministra de defensa padece una muy peligrosa mezcla de ignorancia e intoxicación ideológica. En un país normal y funcional se trataría de un problema grave (cabría preguntarse seriamente cómo pudo haber llegado a ese cargo un personaje de ese nivel), pero relativamente fácil de solucionar mediante un recambio de funcionario.
Lo verdaderamente dramático es darnos cuenta de que el cóctel de ignorancia y sobredosis ideológica impregna a amplios sectores de nuestras instituciones y de nuestra sociedad. Desde el Presidente de la Nación para abajo, ¿quién se salva? Incluyendo a los periodistas y analistas de un medio supuestamente serio como La Nación que publica esta noticia como si se tratara de lo más normal del mundo.
Les digo con toda honestidad que no me sorprendería demasiado si mañana leo que las fuerzas armadas argentinas van a incluir entre sus hipótesis de conflicto el combate de las “alien abductions”.
Insisto con lo mismo 1, todo esto está hecho a la medida de lo que muchos argentinos desean escuchar, de lo que les resuena emocionalmente. En otras palabras, nos tragamos estas cosas con anzuelo, boya y línea.
Insisto con lo mismo 2, cómo se vuelve de todo esto. Si es que se vuelve.
Luis,
ReplyDeleteLa ministro Garré, además de la ignorancia, la intoxicación ideológica ( y de la otra pues parece que empina el codo más de lo aconsejable) no es relevada del cargo porque forma parte de la ideología del montonerato cuyos planes de destrucción de las FFAA y desarme del país está cumpliendo al pie de la letra.
Hace poco leí una especie de conferencia de un subsecretario de Defensa con ideas setentistas, que dijo que la doctrina de defensa argentina es totalmente defensiva; que jamás atacaría a ningún país y sólo entraría en operaciones, autorizada por el presidente y luego de ser atacada. Eso es una barbaridad pues cualquier estudioso de la "ciencia militar" sabe que no hay defensa pura y que el ataque forma parte de la defensa de un país.
Lo que quiso decir este personaje es que no somos como los americanos que hacen guerras preventivas en contra de lo que los montoneros entienden como derechos humanos. Nosotros somos buenos y no matamos gente; no somos "genocidas".
Ignora el sujeto, o finje ignorar, que siempre hubo y habrá guerras preventivas como hicieron los israelíes cuando su país estuvo a punto de ser sumergido por la marea árabe. Los británicos destruyeron la flota francesa por órden de Churchill en Mers el Kebir cuando los barcos franceses iban a ser entregados por Vichy a los nazis.
Yendo atrás en el tiempo, hubo guerras o ataques preventivos británicos contra España o Francia (especialmente la Francia napoleónica) en más de una oportunidad en que la Royal Navy con Lord Nelson u otros grandes almirantes pegaron primero para evitar peligros futuros. Esa es la razon de ser de las guerras preventivas.
Si los Aliens son neoliberales, seguro que figurarán en las próximas hipótesis de conflicto de nuestro brillante ministerio de defensa.
ReplyDeleteHay Nilda, es tus brazos me siento tan seguro...