Nos caemos de la tabla

En fin, es todo tan previsible que resulta aburrido. Siguen los logros del modelo neopopulista de la felicidad. La Argentina sigue retrocediendo en todos los indicadores, ahora es el de libertad económica. Se conoció el informe de The Heritage Fundation y The Wall Street Journal. El país se ubica en el puesto 95 entre 157 países, con un índice de 57,5 puntos sobre 100.

Pero, no pasa nada, como nos explican Alfonsín, González Fraga o cualquier otro personaje del estilo, la libertad económica es mala, es la misma libertad del zorro en el gallinero:

En un ranking que incluye a 157 países, ubicándolos según su nivel de libertad económica, la Argentina ocupa este año el puesto 95, con una calificación de 57,5 puntos sobre 100 que identifica a la economía del país como "mayormente regulada". Las causas de esa nota se les atribuyen, entre otros factores, a la legislación laboral, a las tasas impositivas, a los controles oficiales de precios y a la incertidumbre provocada por los cambios normativos y por los altos niveles de corrupción. El puntaje obtenido es muy similar al de 2006 y se encuentra muy lejos de los logrados entre 1996 y 2001, cuando la economía local era considerada "mayormente libre".