May 30, 2007
El primero te lo regalan, el segundo te lo venden
Una muestra más de las perversiones del capitalismo salvaje, del consumismo desenfrenado y de la falta de armonía con la Gaia.
En los hechos, las concesionarias de autos en países como estos son una gigantesca tela de araña. Hoy cometí el error de pasar por una por un arreglo del auto de la Opinadora.
Las agresiones comienzan desde que uno traspone el umbral. Autos, minivans y camionetas 4 x4 espectaculares con los precios por semana, incluyendo impuestos, pintados en los vidrios. Precios irrisorios, bicocas, gangas. Siendo medianamente humano, tienes que parar a ver algún modelo. Pasen y vean, qué lindas tolderías.
Aún si logramos sobreponernos a la tentación de la playa con autos, lo mismo te agarran adentro. “Pero jefe, en lugar de hacer arreglar su auto, que, entre nos, ya está medio choto, ¿no pensó en cambiarlo por uno nuevo? Mire que por el suyo le damos un muy buen precio y justo hoy tenemos los descuentos especiales de la Semana de (llenar con cualquier cosa, desde Día de los Enamorados a Halloween, pasando por el Día de los Presidentes de EEUU)”. Y te hacen engranar los malditos.
Ya me quedé pensando, no se puede vivir así. Menos mal que la Revolución está próxima y terminarán todos estos abusos.
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Yo abarajaría un Jeep Patriot, no sea que la Revolución se demore y te haga esperar mucho por un Uaz
ReplyDeleteOjo, el Lada Niva, ¡flor de coche!
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