¿Nos estaremos dando cuenta?, ayer Aguinis y hoy Grondona en La Nación hablan de la posibilidad de que todo esto termine en un nuevo 2001.
Marianito sostiene que Kirchner y su gobierno sufren de "dislocación temporal". Una forma elegante de decir que este presidente está más desubicado que chupete en el culo. Yo les digo que Kirchner satisface la demanda de liderazgo político la sociedad argentina. Nos encanta todo esto:
La concentración presidencial en los conflictos del pasado, la prioridad que otorga a la memoria por delante del cuidado del presente y del diseño del futuro podrían explicarse en un país que viviera en paz, seguro de su destino, y al que sólo le quedara repasar con lánguida nostalgia su propia historia. Pero ¿corresponde acaso a un país que está viviendo días de furia en diversos puntos de su geografía, con "escraches" y saqueos que amenazan revivir el clima de lo que el propio Kirchner ha llamado el "infierno" de 2001?
Estamos en presencia, por lo visto, de una suerte de "dislocación temporal". El presente nos aprieta. El futuro de mediano y largo plazo brilla por su ausencia. Para el Presidente, sin embargo, el factor decisivo parecería ser la memoria, una memoria que se aleja cada día más de nosotros y que la mitad joven de los argentinos ni siquiera vivió. Al ciudadano a quien lo preocupa sobremanera la furia del presente y el velo del futuro, le queda entonces la sensación de que su presidente vive atrapado en el túnel del tiempo.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.