Roy Pearson lleva su traje a la tintorería. Dos días después regresa a retirar la ropa. Se da cuenta que los pantalones no están ahí. Inmediatamente reclama $1000 a los coreanos dueños del negocio, por el valor total del traje. Los dueños prometen buscar la prenda. Los dueños encuentran el pantalón y lo llaman a Pearson, quién alega que ese no es el pantalón que el llevó. Pearson demanda judicialmente...
por $57 millones de dólares!
(para los detallistas: $500,000 por gastos de abogados, $2 millones por "molestias": discomfort, inconvenience, and mental distress, $15,000 por lo que le cuesta alquilar un auto todos los fines de semana para ir a otra tintorería(!). Los $51.5 millones restantes para ser usados por otros consumidores insatisfechos en demandas frente a otros comercios en Washington D.C.
El veredicto llegó hoy.
Pearson va a tener que buscar trabajo nomás.
Perdón, pero ¿el kia este no es juez? Te lo digo sinceramente, impresionante. A mí personalmente me preocupan mucho estas cosas.
ReplyDeleteEs un juez administrativo. Y estaba a punto de perder el laburo por este asunto, lo cual (sumado al veredicto) me dan una luz de esperanza en todo esto.
ReplyDeleteY no se olviden de este
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