Una vez que un país entra de lleno en un sistema clientelista extendido es muy difícil salir. El clientelismo es a la democracia lo que una violación al sexo.
Miren los numeritos de la Argentina de Kirchner, la que nos llevará al desarrollo y la prosperidad, donde uno de cada dos hogares depende de la limosna pública para la subsistencia. Para matarse. El retroceso institucional es pavoroso:
La penetración de los ingresos provenientes de la administración pública ha llegado a proporciones asombrosas en la Argentina.
Según un informe de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL) Consultores, que dirige Ernesto Kirtz, uno de cada dos hogares argentinos percibe ingresos públicos.
Claro que la cuenta no sólo abarca los empleados públicos que tienen entre sus ingresos un sueldo de alguna repartición estatal, sino que, además, toma en cuenta los ingresos por jubilaciones y pensiones, planes sociales, seguros de desempleo y becas de estudio.
"El 48% de los hogares argentinos recibe un ingreso -a veces más de uno- de una fuente pública nacional, provincial o municipal. En más de un tercio de esos casos -18% del total de los hogares- es el ingreso único de la familia; en los demás, donde coexiste con fuentes privadas, aporta cerca de la mitad del ingreso del hogar", dice el estudio.
El trabajo se adentra también en la distribución geográfica del reparto de fondos públicos. La importancia del ingreso público en el presupuesto de los hogares está muy asociada al nivel de desarrollo. "Alcanza una intensidad máxima en los centros urbanos del Nordeste y el Noroeste, donde 57% y 56% de los hogares, respectivamente, dependen en todo o en parte de él, y es menor en el Gran Buenos Aires, donde llega a un 44%, una proporción, por cierto, nada despreciable. Esta cobertura y su distribución regional y social delinean la economía política del gasto público", informó el trabajo.
Luis, si bien suelo ser pesimista con respecto a la Argentina, hay que hacer varias consideraciones acerca de este artículo:
ReplyDelete-En los comentarios de los lectores, uno de ellos afirma algo así como que la nota publicada tiene errores, porque el lector dice algo así como que "se está metiendo en una misma bolsa a los que perciben una jubilación estatal, a los que se pasaron de las AFJP al sistema de reparto.
-No necesariamente hay un aumento de clientelismo, que de por sí es altísimo, si cada vez más personas cobran un seguro de desempleo o becas de estudio. Lo que sí veo es que indirectamente se está reflejando el alto índice de desempleo en Argentina.
-En caso de que en Argentina exista un sistema de autonomía fiscal para las provincias, me pregunto si las mismas podrían sostener burocracias enormes con gran cantidad de empleados públicos. Pienso que el actual sistema de coparticipación ayuda mucho al aumento de las burocracias provinciales.
Andrés, la nota de La Nación no lo incluye, porque es muy difícil de cuantificar, pero a todo esto hay que sumar los miles de personas que consiguieron “puestos de trabajo” en actividades, industriales o no, de bajísima productividad, que sólo existen por la vigencia forzada del modelito mano de obra intensivo.
ReplyDeleteCualquier intento de hacer de Argentina un país más normal va necesariamente volver inviables muchos de esos empleos y va a quedar de nuevo mucha gente en la calle.
Luis, yo pienso que cualquier intento de hacer de la Argentina un país normal va a tropezar con muchos obstáculos, pero no es algo imposible. Pero creo que en algún momento tendremos que volver a la normalidad.
ReplyDeleteY yo creo que con un crecimiento vigoroso de la economía mediante medidas que sí deben tomarse (por ejemplo, desregulación del mercado de trabajo) y no como las que se ¿Toman? ahora, habrá menos personas cobrando ingresos del Estado. Serán muchas las que seguirán teniendo ingresos del erario público, pero no tanto como ahora.
No sé si pensarás lo mismo.