Jul 29, 2007

Y dale con Perú


Más de este tema de una columna de Mario Vargas Llosa en La Nación, también gracias al comentario de Andrés. Me la debo haber perdido cuando estuve en el hospital.

Insisto, ¿todo esto significa que Perú tiene ya asegurado un futuro de progreso? De ninguna manera, hay mucho por andar. Pero personalmente me entusiasma y me da mucha esperanza el enorme esfuerzo que está haciendo esa sociedad por diferenciarse de la ola neopopulista que azota la región:

¿A cuántos peruanos beneficia de manera visible e inequívoca la prosperidad de que goza ahora Perú? Yo creo que a no más de un tercio. A los dos tercios restantes les llega apenas, porque las estructuras tradicionales, casi intocadas, impiden que exista esa igualdad de oportunidades sin la cual un país no progresa de verdad aunque sus cifras macroeconómicas sean sobresalientes y goce de elecciones libres y libertad de expresión. La educación pública, una verdadera calamidad, condena a una enorme cantidad de peruanos a competir con insuperable desventaja para labrarse un porvenir con los peruanos de clase media y alta que reciben una buena formación escolar y profesional. Y la falta de infraestructura margina inevitablemente a quien vive y trabaja en el interior, y sobre todo en el Perú rural, en relación con quien lo hace en las ciudades, sobre todo costeñas y, principalmente, en Lima. El famoso derrame llega sólo a cuentagotas a esos sectores y eso, como es natural, desmoraliza y exaspera a los millones de pobres que oyen hablar de una situación excepcionalmente buena para el país y se sienten excluidos de esa supuesta bonanza. A ello se debe, en buena parte, la agitación social continua -huelgas, bloqueo de carreteras, toma de locales- que, tanto en la capital como en provincias, caracteriza a la actualidad peruana.

Pese a todo ello, confieso que estos dos meses que he pasado en Perú me han dejado mucho más esperanzado que en otros viajes. Este sentimiento no se debe tanto a las buenas estadísticas, sino a la sensación de que algo profundo parece haber cambiado en la cultura del país. Habría que ser ciego para no verlo. En tanto que en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador, amplios sectores sociales, por diversas razones, experimentan una regresión, que gana conciencias y corazones para las apolilladas recetas populistas -nacionalismo, estatismo, colectivismo-, mi impresión es que una mayoría de peruanos han enterrado esos lastres y van aceptando, algunos con entusiasmo y otros a regañadientes, que si queremos salir de la barbarie de la pobreza, la ignorancia, la explotación y el atraso, no hay más que una receta en el mundo de hoy: democracia política, economía de mercado, estabilidad jurídica, apertura de fronteras, incentivos para la inversión y el ahorro, respeto de la propiedad e impulso a la empresa privada.

5 comments:

  1. Dios quiera que le vaya bien al Perú. Por los peruanos y como ejemplo para los que se empecinan en seguir caminos equivocados,

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  2. Aún cuando Alan García no sea precisamente Reagan, o Churchill, honestamente tengo la esperanza de que conduzca a Perú por la estela que viene dejando Chile.

    Al fin y al cabo, este último país viene aplicando políticas normales en los últimos 20 años, pese a haber sido gobernado por la centro-izquierda en todo el período, y todo parece indicar que la intención de García, es seguir esos pasos.

    Creo que un factor decisivo en su victoria (y en el cambio de "talante"), fue -sin quererlo- el mismisimo Hugo Chavez, al haber apoyado (y encima de forma tan impropia) al impresentable Ollanta Humala.

    De esa forma terminó de moldearse -insisto- el nuevo Alan García, menos inclinado al populismo, y ciertamente opuesto al mesianismo que él mismo protagonizó en los '80.

    A su favor, debe recordarse que cuando asumió por primera vez la presidencia, era verdaderamente un pibe (si mal no recuerdo, tenía apenas 35 años).

    En fin, tal vez me traicione la ilusión, pero esta vez le tengo bastante fé a Perú.

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  3. Espero honestamente que Perú siga por la buena senda. Como es sabido, no es para nada fácil tratar de hacer las cosas bien en la región.

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  4. Patria mía... dame un presidente como Alan García...

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  5. Luis, yo también me alegro de que Perú y Alan García (aunque me cueste creerlo) sigan por la buena senda.

    Ni me quiero imaginar el potencial que tendría Perú en la minería, dado que es un país esencialmente minero, si se traspasase la propiedad del subsuelo a los propietarios de la superficie, en el caso de Perú, los campesinos. Creo que esta medida podría minar el apoyo a políticos populistas como Ollanta Humala.

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