Me operaron el martes y por suerte el jueves al mediodía me dieron de alta. Mi estadía en el hospital de Montreal no fue de las más memorables de mi vida.
Camino al quirófano, me dejaron media hora estacionado en un pasillo oscuro al lado de otro paciente y de una sección abandonada del hospital, con muebles y equipamiento en desuso. Antes de entrar, mientras un residente me explicaba sobre la anestesia, pasaban los ordenanzas con las bolsas de desechos de la operación anterior.
Gracias al seguro privado, tuve el privilegio de estar en una habitación doble, en lugar de la cuádruple normal. La primera noche, mi compañero de habitación fue un señor de unos 65 años, completamente perdido por la medicación que le habían dado. El resultado, me despertaba aproximadamente cada media hora, en medio de los alaridos, corridas y forcejeos de enfermeros y ordenanzas para evitar que este pobre hombre se arrancara los tubos y demás conexiones.
La gran mayoría de las enfermeras y auxiliares que trabajan en el hospital son residentes. Muy amables, pero me encantaría mostrarles los agujeros y hematomas que me dejaron en el brazo con las agujas.
Sí, ya sé, me dirán que soy un exagerado, un exquisito que se fija en cuestiones muy menores. Puede ser.
Dejate de joder.
Estuve unos dias afuera con poco acceso a internet, y no sabia nada... espero que ya estés recuperado.
ReplyDeleteSobre tus peripecias en el pre-operatorio, al final tiene razon el manatí Moore, si querias calidad, te hubieras ido a operar en el magnífico sistema de salud cubano.
Take care.
Hola Luis;
ReplyDeleteSeguramente estas bien ya que seguis escribiendo.
Sobre el hospital canadiense me hiciste acordar de una pelicula cuya titulo no recuerdo,pero es una segunda parte de LA CAIDA DEL IMPERIO AMERICANO de los setenta,eramos muy jovenes,el amor libre,los hippies,los beatles,etc.
En esta segunda parte,ya son unos viejos chotos en Canada...y su ejemplar sistema de salud.
Para los sanitaristas argentinos era un ejemplo a seguir!!!
Asi nos fue.
saludos cordiales
ramon cassino
Ramón, es tal cual lo pintan en Las Invasiones Bárbaras, de terror.
ReplyDeleteGracias, Mike. Como comprenderás, el sistema de salud canadiense, con todos sus problemas, sigue siendo el sistema de un país rico, con más de 30 mil dólares de ingresos por habitante y no se puede comparar con el horror tercermundista de un país paupérrimo como Cuba. ¿Todavía?
ReplyDelete¿Por que? ¿que te paso?
ReplyDeleteEl problema que tiene el sistema de salud canadiense es que su capacidad está saturada por la cantidad de estadounidenses que cruzan la frontera para recibir tratamiento en el paraiso de la medicina socializada, o no?
ReplyDeleteMe lastimé la mano en un accidente e trabajo.
ReplyDeleteLuis... volvi!!! me alegro mucho leer que a pesar de la falta de pericia de las enfermeras, tenes a al Opinadora que suple y entre todas te cuidan bien... (que momento el tuyo de esperar en el pasillo de salida!! jajajaja pobre Luis!!)
ReplyDeleteQue decirte... Mi casa es un caos, no tengo donde sentarme porque vendi todo en el garage sale... pero leo el Opinador!!!!! Portland es una ciudad divina!!! (y llena de minibrewers!! asi que cuando quieran pasen de visita!)
Dolores, Me alegro que todo bien con la mudanza. Recibí tu mensaje, te contesto ASAP. Yo le quiero regalar a La Opinadora un disfraz de enfermera erótica y ella no quiera, ¿a vos te parece?
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