Joaquín Morales Solá:
Si el gobierno argentino no sabía nada, como proclamó hasta el cansancio, debió, por el contrario, protestar seriamente ante el presidente venezolano; funcionarios suyos habían introducido, de acuerdo con la hipótesis oficial, a una persona desconocida, dispuesta a cometer un delito, en un avión argentino en misión oficial.
Pero, ¿es posible aceptar fácilmente la versión de que nadie conociera a uno de los pasajeros, justo el que portaba los ladrillos de dólares, en un avión con sólo ocho personas a bordo? "Falso de toda falsedad", dijo coloridamente Chávez cuando se lo interrogó sobre si su gobierno era responsable de ese tráfico de divisas. "No sabíamos quién era" el dueño de la famosa valija, agregó el gobierno argentino mediante un apurado comunicado de Enarsa.
¿Siete personas no sabían quién era la octava, la que precisamente deambulaba con casi 800 mil dólares? Chávez y Kirchner se ufanan de controlar hasta el movimiento de las hojas en sus respectivos países, salvo cuando las cosas se ponen difíciles o cuando son sospechosas. Debe ser plata fácil.
Qué querés que te diga? A mí me parece que un grupo de desestabilizadores anda suelto tratando de manchar la legendaria honorabilidad de los políticos argentinos.
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