Sep 20, 2007

The Lurking Horror That Came From The Threshold And Whispered In The Darkness Of Second Life

Como vengo contando en mi serie de artículos exclusivos para el Opinador (ver acá y acá), en Second Life se puede encontrar de todo y para todos los gustos. Uno puede hallar todo tipo de geografías, climas, culturas, looks personales e ideologías. A propósito de ésto, hasta hay un rumor circulando, que dice que Noam Chomsky está registrado en SL y su avatar es la imagen de Chávez (o tal vez es a la inversa, no estoy seguro).

Pero aun siendo un curtido veterano con tres meses de residencia, nada me había preparado para enfrentarme con lo abominable, lo indecible, el horror cósmico de mas allá de las estrellas conocidas por el hombre.

The Lurking Horror That Came From The Threshold And Whispered In The Darkness Of Second Life
Por Mike@ - Corresponsal exclusivo para el Opinador

El apacible pueblo de New Boston es una hermosa réplica de una antigua población costera de Nueva Inglaterra. Tiene una centenaria iglesia junto al faro, un viejo cementerio donde descansan los fundadores del pueblo, y magníficas mansiones de estilo colonial. Es el lugar ideal para pasar una tarde tranquila recorriendo sus calles de piedra, caminando por sus cuidados jardines, y conociendo el interior de las otrora esplendorosas casas (que hoy presentan una conmovedora decadencia).




Así andaba yo un atardecer, recorriendo New Boston y tomando algunas fotografías, cuando al acercarme a la puerta de un bonito edificio con apariencia de oficina o museo, observé un par de antiguos contenedores de madera, como los usados en el transporte marítimo. El destinatario estaba claramente marcado como Miskatonic University, la célebre casa de estudios situada en Arkham, Massachussetts.


Di unos pasos más hacia las cajas y de repente me paralicé. Una súbita ráfaga de terror invadió mi ser. Sobre una de las cajas se apoyaba una estatuilla que representaba la contrahecha y abominable figura del Gran Cthulhu, deidad pesadillesca que yace muerto pero soñando, sumergido en las profundidades del Océano Pacífico, encerrado en su pútrida ciudad-cadaver R'lyeh, hasta que las estrellas sean nuevamente propicias para Su retorno.


Superando mi repulsión, me acerqué a la estatua. Evidentemente el material con que estaba construida no era de este planeta, y comprendí con terror que tampoco lo eran las manos que la habían esculpido. Con una mezcla de pavor y reverencia, susurré su Nombre. Una bestial cacofonía de voces ultraterrenas respondió con un horrísono cántico, un ulular del cual solo puedo recordar una frase que se repetía una y otra vez : "Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn".

Retrocedí espantado y entré en el museo. El familiar rostro de H. P. Lovecraft vigilaba severo desde una de las paredes. En ese momento, un anciano se me acercó y me preguntó si tenía algo fuerte para beber. Le ofrecí una cerveza y tras bebérsela de un trago, me dio una tarjeta con ciertas coordenadas de Second Life. Mientras salía tambaleándose del museo, me dijo "allí encontrará lo que está buscando... tenga mucho cuidado..."


Me teletransporté al sitio que el viejo me había propuesto. Era una playa desierta, de aspecto ominoso. El mar estaba muy calmo, extrañamente aquietado. Llevado por un impulso que aún no puedo explicar, me sumergí en el océano y nadé hacia una gran roca sumergida, pero visible desde la superficie. El horror me invadió al observar el espantoso grabado en la piedra, proveniente de espacios y edades inimaginables para el hombre.


Creí desfallecer de pánico, así que escapé volando sin control sobre el océano. De repente, mi avatar cayó al mar y quedó aferrado a una roca, de geometría obviamente no euclidiana. Levanté la vista y me aclaré los ojos...

Ese fue el fin. Frente a mí se hallaba Él. Una imagen de pesadilla, un horror inconmensurable de mas allá de los abismos estelares, una mole espantosa, tentacular, gigantesca, que se retorcía espasmódicamente mientras sus ojos rojos como el infierno me condenaban a una eternidad de aullante demencia.

Y qué otra cosa podía hacer yo... Me prosterné ante el Gran Cthulhu y lo adoré.



Todavía me estoy reponiendo de esta experiencia. He pasado mucho tiempo tratando de conseguir vírgenes para sacrificar, pero en Second Life esto es muy difícil. Además, Cthulhu se comunica conmigo en sueños, y me ha dicho que Su hambre es grande, por lo que me ordenó conseguirle un avatar de Michael Moore. Estoy en eso. Si ustedes se preguntaban por qué tardó tanto este nuevo artículo desde Second Life, esta es la razón.

Second Life - New Boston
Second Life - Fthagn Island

No comments:

Post a Comment

Note: Only a member of this blog may post a comment.