Vengo siguiendo el debate en EEUU sobre la invitación que le hizo llegar la Universidad de Columbia a Mahmoud Ahmadinejad, el presidente de Irán.
Hay mucha gente indignada. Las autoridades de la universidad sostienen que si Hitler en su momento hubiera visitado EEUU también lo hubieran invitado a dar una charla en el campus.
Mi primera reacción fue que todo esto echa por tierra los argumentos de tanta gente sobre la equivalencia moral de una república constitucional como EEUU y su presidente y el de una teocracia fundamentalista como Irán. ¿O alguien seriamente se imagina un debate similar en ese país, alguien cree que la Universidad de Teherán invitaría a Bush o a un premier israelí a dar una charla?
Por otro lado, me pregunto si el intercambio civilizado de ideas, que hace posible el mundo moderno, puede contribuir a tranquilizar los ánimos del volátil presidente iraní. ¿Hubiera cambiado la historia de la Segunda Guerra Mundial si Hitler hubiera tenido la oportunidad de visitar EEUU y exponer sus ideas en una universidad de ese país en la década del 30?
Creo que la Universidad de Columbia tiene derecho a invitar a quien le venga en gana, aún si se trata de un místico fundamentalista que considera que el Holocausto es un invento sionista, que promueve la aniquilación física de Israel y está a punto de hacerse de armamento nuclear.
Pero me gustaría saber si las autoridades de la universidad hubieran sido tan generosas si se tratara de, por ejemplo, un supremacista blanco que promueve abiertamente la vuelta de la esclavitud y el sometimiento de todos los negros del planeta a esa institución a punta de misiles nucleares.
La generosidad sucumbe ante la insaciable necesidad de ser políticamente correcto.
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ReplyDeleteExactamente. Yo estoy de acuerdo con que lo llamen a este payaso a la universidad. Lo quieren resucitar a Hitler para una conferencia en el aula magna? No tengo ningún problema con ello. Como dijo Bush, eso muestra la grandeza de este país. Mi primera (y única) pregunta a este infeliz sería: "Qué se siente al gozar un derecho que no tienen sus gobernados en Irán?"
ReplyDeleteCon lo que sí tengo un problema, uno grande, es con la política de ésta y otras universidades que desde hace varias décadas vienen apartándose de este principio tan fundamental que es la libre expresión. Y la hipocresía que conlleva esta selectiva aplicación del principio.