Nov 13, 2007

American Dream Index (I)

Gran parte de la discusión política pre-electoral en Estados Unidos pasa hoy por la brecha entre ricos y pobres. El tema de campaña de John Edwards es las dos Americas, una privilegiada y la otra postrada en la miseria. Los otros candidatos, con mayores o menores variantes, bailan al mismo compás.

Hace unas semanas me puse a investigar a fondo el tema de esta desigualdad que señalan algunos analistas políticos para
responderle a un crítico que predecía el fin de la clase media americana en el diario de mi pago natal. En el medio de la respuesta me di cuenta que este punto no es el más importante en un análisis que trata de determinar el grado de prosperidad de la clase media americana (y no porque falten los argumentos en contra de la posición del pelandrún que predice el ocaso americano; y aún considerando su inaceptable punto de vista, los ricos pueden ganar 100 veces más que hace 20 años, pero si la clase media gana 80 veces más, a pesar de haberse enriquecido en menor medida que la clase alta, nadie en su sano juicio puede decir que esto implica un retroceso).

Hay sin embargo un factor que me parece más importante que ningún otro cuando queremos establecer la salud económica de la clase media americana. Ese factor es la movilidad social, ésta es más que ninguna otra la clave para explicar el fenómeno de la clase media más extensa y próspera de la historia. Estados Unidos se ha caracterizado por contar con un sistema que premia el trabajo y el ingenio, más allá de los títulos de nobleza, apellidos, acomodos, y todo otro tipo de privilegios que en nada tienen que ver con méritos. El principio de la igualdad de oportunidades es la idea cardinal del sistema, y en mi opinión, la clave para entender la grandeza de esta nación.

Cabe preguntarnos, entonces, cómo anda el ADI (American Dream Index)?
Veamos:
The Treasury study examined a huge sample of 96,700 income tax returns from 1996 and 2005 for Americans over the age of 25. The study tracks what happened to these tax filers over this 10-year period. One of the notable, and reassuring, findings is that nearly 58% of filers who were in the poorest income group in 1996 had moved into a higher income category by 2005. Nearly 25% jumped into the middle or upper-middle income groups, and 5.3% made it all the way to the highest quintile.

Of those in the second lowest income quintile, nearly 50% moved into the middle quintile or higher, and only 17% moved down. This is a stunning show of upward mobility, meaning that more than half of all lower-income Americans in 1996 had moved up the income scale in only 10 years.

Also encouraging is the fact that the after-inflation median income of all tax filers increased by an impressive 24% over the same period. Two of every three workers had a real income gain -- which contradicts the Huckabee-Edwards-Lou Dobbs spin about stagnant incomes. This is even more impressive when you consider that "median" income and wage numbers are often skewed downward because the U.S. has had a huge influx of young workers and immigrants in the last 20 years. They start their work years with low wages, dragging down the averages.

Continuará...

2 comments:

  1. Pero sí, si me acuerdo que una de las "pobres" de Edwards se quejaba porque no podía pagar la nafta y la calefacción para su casa al mismo tiempo.

    Sé muy bien que el auto es infinitamente más importante en los US pero, dejame de joder, ¡comprate una moto, hermana! ¡Usá el transporte público!

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