Para Andrés (y también para los que han comentado):
Con respecto a Chile estoy de acuerdo en que en mi país se han logrado consensos que no tienen otros países y se ha avanzado mucho más que en el resto de Latinoamérica en acuerdos políticos y decisiones económicas. Como dice Luis, campeonamos en nuestra división. Los problemas se acumulan cuando nos comparamos a los que realmente lideran en el mundo. La educación y las políticas acertadas forman las bases del desarrollo. Chile ha aplicado varias políticas acertadas, más que el promedio de la región, pero no veo la dedicación necesaria de parte de empresarios y gobierno para formar un verdadero consenso del desarrollo. El gobierno sigue poniéndole trabas a la educación privada sin mejorar notablemente la pública y los particulares adinerados quieren seguir haciendo dinero en lo que ha demostrado ser seguro; no los culpo, pero condeno su miopía. Insisto en que exportar manzanas ha enriquecido a Chile, pero no creo que podamos pretender alcanzar a los países ricos basados en una economía de exportación primaria. Los países que tienen en parte ese tipo de economía y son desarrollados (Suecia, Finlandia, Noruega, Islandia, Australia, Nueva Zelandia) también tienen una población altamente educada y preparada para el siglo XXI. Eso no lo tiene Chile porque el gobierno militar tenía como prioridad cambiar la mentalidad de los chilenos con respecto a la relación estado-economía y lo logró; la educación no recibió primacía.
Luego estos gobiernos de la Concertación han dado prioridad a la equidad en la distribución del ingreso (que a mí nunca me ha parecido tan urgente) y a la reducción de la pobreza a través de intervención estatal. Pienso que han existido los recursos para cambiar el panorama educacional en Chile, pero no han existido las ganas de hacerlo porque ello confrontaría al gobierno con los profesores politizados y con ciertas ideas muy arraigadas en personeros gubernamentales con respecto a lo que se debe enseñar y el rol de la empresa privada y el desempeño individual en el enriquecimiento de los países.
Hace unos seis años hubo todo un debate en Chile a raíz de los pésimos resultados en las pruebas TIMSS y PISA. Se prometieron fondos en miles de millones de dólares, cambio del horario escolar a jornada única, más colegios mejor equipados... y muy poco ha resultado aparte de comisiones de estudio y la creación de más ministerios.
Tal vez soy muy pesimista. No dudo que Chile siga a la cabeza de nuestro barrio por años, a menos que nos baje la locura local de ser populistas y dignos. Pero de ahí a llegar al club de los países ricos, nos falta mucho y no veo la voluntad de hacer lo apropiado.
Sergio
Creo que Chile ha hecho mucho, sin embargo, no estoy tan seguro que la senda del desarrollo sea irreversible ni mucho menos, sigue estando en Latinoamérica y los dichos de la Presidenta a veces meten un poco de miedo aunque no tanto como los de la desastrosa botoxica que vamo a tener que aguantar por acá, pero no creo que Chile se banque muchos gobiernos socialistas mas sin empezar a latinoamericanizarse de nuevo.
ReplyDeleteLa gran ventaja de Chile es que los tratados de libre comercio actuarán como un reaseguro contra las tendencias mercantilistas.
España, que es un verdadero desastre en muchas cosas y está gobernada por un mamarracho como Zapatero tiene un reaseguro mucho mayor: Pertenece a Europa. Así que el capitalismo y la libre empresa son mucho más irrenunciables en España que en cualquier país latinoamericano.
De todos modos el problema no creo que pase por manzanas o tecnología, sino que con las trabas a la educación privada, cada vez será más dificil progresar en tecnología e insertase en el mundo moderno.
Muchachos... les gusta el tal Sebastián Piñera?
ReplyDeleteNo es cosa de que me guste Piñera o no. Yo prefería a Lavín y Piñera se me hizo siempre como un oportunista sin mayores convicciones. Pero le doy crédito por aparentemente crecer dentro del rol que ha elegido. De ahí a que logre impulsar las iniciativas que yo pienso son las apropiadas, no sé. Pero coincido con Miguel: Chile no puede seguir dándose el lujo de elegir socialistas y pretender llegar a ser desarrollado. Creo que Michelet es la última que el país aguanta. Si el próximo es de izquierda, ya no estaremos estancados, iremos para atrás.
ReplyDeleteSergio
Sergio, Comparto que Chile no puede seguir dándose el lujo de elegir socialistas y pretender llegar a ser desarrollado. Pero convengamos en que no da lo mismo un socialista chileno que uno de cualquier otro país de la región.
ReplyDeleteLuis, lo que pasa es que muchos de nuestros socialistas de hecho vivieron en Cuba, Alemania Oriental, Unión Soviética y otros paraísos progresistas y al final vieron y sintieron lo que era ser parte de esas sociedades. Aunque muchos fueron privilegiados por venir de la "Tierra de Allende", no eran ciegos. Aun son de izquierda, pero tienden a ser más racionales que el muestrario zurdo latinoamericano común.
ReplyDeleteOtro dato es que el pueblo en Chile sabe de dónde proviene la riqueza del país y sabe qué gobierno, con todos sus errores y abusos, fue el principal responsable de la transformación económica chilena de un país mediocre a uno que si bien no es rico, tiene más esperanzas de salir adelante y surgir.
Lo que siempre me ha preocupado es la tendencia izquierdista de admirar los errores, lo fallido, el discurso por sobre los hechos, la prédica de solidaridad por encima de los verdaderos logros. Los chilenos izquierdistas son más racionales, pero se les arranca la moto para donde sus corazones los llevan. En otros países han sido nefastos, incluyendo Chile hasta 1973. En el Chile de hoy son dañinos y retardantes, buenos para las zancadillas y la retórica latinoamericanista farsante que no es más que el consuelo de los inútiles. Pero han sido gobierno por casi 20 años; han tenido cosas buenas, pero aún se niegan a reconocer, al menos muchos de ellos, que si hay riqueza para distribuir y Chile es menos pobre hoy que hace 30 años es precisamente porque en economía estos izquierdistas han aplicado, con variantes, un programa de derecha.
El otro gran problema de Chile es que la derecha política es una caca antropófaga más preocupada de joder al adversario que comparte sus ideas que de sacar adelante al país. Piñera es cortado con esa tijera; en vez de apoyar a Lavín y unirse todos en un plan político, le aserruchó el piso y ganó Bachelet. La verdad es que da pena saber que, por el momento y desde hace varias décadas, Chile es lo mejorcito que ha producido Latinoamerica en esta materia.
Sergio