Creo que se lo mencioné a Luis en un email: los argentinos que he conocido, en su mayoría, son así (he conocido nobles excepciones también) y tienen opiniones gratuitamente ofensivas. Con tres colegas de trabajo he tenido experiencias similares; literalmente de ninguna parte sale el comentario ofensivo o venenoso. Una mendocina, luego de escucharme decir que mi papá consideraba a Mendoza una ciudad muy linda, se largó por tres o cuatro minutos a comentar lo feo que era Chile y que estaba lleno de gente que vivía en la miseria. Repito: de ninguna parte; era un comentario totalmente fuera de lugar e inmerecido, aunque hubiese sido cierto. Con otro colega que me habló de su tío ferroviario en Buenos Aires me encuentro sobre la marcha que me pregunta si Santiago sigue lleno de putas porque siempre que él iba era lo que más encontraba. La cereza se la lleva mi tercera colega quien, frente a mí y a otro intérprete (estadounidense pero de ascendencia mexicana y moreno, como mi mujer) dijo que los únicos feos en Argentina eran los negros bolivianos "y de otras partes" (de Chile, supongo) que son horribles. Pero "los argentinos son lindos, Sergio. Los verdaderos argentinos no somos negros; todos somos europeos..." Mi mujer tuvo en México experiencias similares con argentinos y se han repetido aquí en California.
No me sorprende, por lo que he visto y oído estas opiniones reflejan una actitud generalizada de la sociedad argentina, obsesionada con un concepto europeo de belleza y pensando que "blanco" es automáticamente mejor. Creo que muchos piensan que, como son o se creen europeos, el desarrollo y la prosperidad tienen que llegar automáticamente, así como una Ley Universal. Yo soy trigueño y de ojos claros, pero nunca entendí estas obsesiones raciales que mucha gente tiene. Al simpático uruguayo que trabaja en la televisión argentina y que comenta lo feos que somos los chilenos lo pongo en el mismo grupo. Aunque esto pareciera ser nimio no lo es. El racismo, después de todo, es un concepto estético: básicamente es la idea de que "yo soy lindo y tú eres feo. Por lo tanto los que son como yo son lindos y los que son como tú son feos... e inferiores", y como seres inferiores eventualmente no merecerán este o aquel derecho y merecerán ser tratados mal y peor. No es un salto automático a campos de concentración, pero por ahí se empieza.
Las actitudes racistas de una sociedad no cambian de la noche a la mañana porque no se crearon en un día tampoco. Las leyes acertadas ayudan, claro, pero la población debe estar dispuesta a verse como es. Pienso que el descenso de Argentina en las últimas décadas ha contribuido a acentuar estas actitudes "argentinas" que los latinoamericanos ya conocíamos de hace tiempo. Pero durante los setentas, ochentas y noventas los argentinos podían por lo menos saber que, a pesar de haber tomado el tobogán del desarrollo (all the way down) el resto de Latinoamérica estaba peor. Con los avances de México y Brasil en el último tiempo y con casi todos los resultados sociales chilenos superiores a los de Argentina, lo que queda es predicar cada vez más fuerte "Al menos somos blancos y bonitos." Como plan de desarrollo no es mucho, pero es un consuelo al fin.
Sergio
Sergio, las cosas que dices. Todo el mundo sabe que los argentinos no somos racistas.
ReplyDeleteHablando en serio, y sin ánimo de justificar nada, gente horrible como esa existe en todos lados. Acá en Québec la gente se cuida mucho por temor pero con unas cuantas cervezas y en confianza te das cuenta perfectamente que hay sectores que no toleran los negros, asiáticos y latinos.
What surprise!
ReplyDeleteCoincido con Luis, racismo hay en todo el mundo y no sólo por el color de piel u ojos.
Está el racismo a los extranjeros, por ejemplo, o lo que a veces es peor, a la población en general de un país. Por ejemplo, en España a los que son "sudacas" por venir de sudamérica, incluyendo a los argentinos.
Nos guste o no, siempre hay una razón para ejercer el derecho racista que todos llevamos adentro.
Una persona mal vestida; muy gorda o muy flaca; muy baja o muy alta; que se come las "eses" o habla mal y siguen los ejemplos.
Estúpidos de declaman y hablan sin cabeza hay en todos lados, también. Algunos lo hacen en español, otros en inglés y podemos sumar todos los idiomas del mundo.
Ahora bien, Sergio expresar por escrito "...ha contribuido a acentuar estas actitudes "argentinas" que los latinoamericanos ya conocíamos de hace tiempo..." ¿NO ES SER RACISTA, TAMBIÉN?
Porque no todos los argentinos somos iguales y actuamos de la misma forma.
Pablo
Como es habitual, te voy a corregir.
ReplyDeleteLos argentinos no somos TODOS blancos y bonitos.
¡¡LO SOMOS SOLAMENTE LOS PORTEÑOS!!!
¿Tan difícil es de entender y de aceptar?
YO (el enmascarado)
Creo que Luis tiene razón.
ReplyDeleteY también creo que más que de racismo, en la Argentina se podría hablar de prejuicios.
Y los prejuicios siempre van a existir en tanto haya diferencias, (por más pequeñas que sean) ej.: gordos-flacos, lindos-feos, blanco-morocho, peronista-antiperonista, porteño-tucumano, inteligente-bruto, etc.
Lo que si tengo claro también es que como prejuzgamos lo diferente, a nosotros también nos prejuzgan, desde el momento que pertenecemos a una comunidad determinada (raza, religión, ideas, etc.)
En Argentina, gracias a Dios, no tenemos problemas de racismo, y la discriminación ocupa un lugar reducido en relación al acomodo, gancho o cuña para conseguir buenos puestos de trabajo, etc. (el acomodo puede ser político, familiar, por amistad, por interés, por lo que sea, menos por capacidad). Creo que esto último es peor que cualquier tipo de discriminación.
Es verdad que es muy común en Argentina decir "negro de mierda", pero esta puteada no tiene connotación racista, porque aquí en realidad negros no hay (somos en gran mayoría morochos con distintas tonalidades). Muchas veces se lo puede utilizar (y aunque suene pueril) como sinónimo de persona rústica, maleducada, soez, que tiene ínfulas pero en realidad es ordinaria (ej.: Maradona)
También el negro discrimina, el judío discrimina, el musulmán discrimina y el indígena discrimina. Pero lo cierto es que, una cosa es tener un prejuicio y otra muy distinta es utilizando ese prejuicio realizar actos injustos o cometer crímenes dañando a una persona o grupo determinado, eso es atroz, imperdonable. Y si, creo poder asegurar que esto último en la Argentina no existe.
P.D.: y sin ir más lejos, yo soy trigueño con cara de turco a pesar de que mis ascendientes son franceses, italianos y españoles (y es más, algunos me dicen negro)..., ...y saben que, me cago de risa con todo el mundo.
Todo un tema.
ReplyDeleteEs interesante lo de este Lafauci. Yo creo que está armado por Televisa para temer más rating en el programa de baile.
Pero, de una forma o de otra, está basado en la opinión argentina de que los mexicanos son feos. Los propios mexicanos la suscriben, porque en la TV son todas rubias y en la calle hay una rubia por cada 200 o 400, y los ricos se casan todos con rubias. Es sorprendente la obsesión que tienen.
Es un hecho que la Argentina, y Buenos Aires en particular, son de las regiones del mundo con mayores proporciones de caucásicos.
Considerando que los países de mayoría de caucásicos suelen ser los más exitosos por una variedad de razones, los argentinos estamos terriblemente resentidos.
Sergio, la Argentina es un país europeo transplantado y fallido. Está lleno de descendientes de europeos de dos o tres generaciones (soy yo uno de ellos) que se creen que viven en Francia o España (eso yo no lo creo).
Por un tiempo, mucho antes de que yo naciera, parecía que la Europa transplantada iba a ser la líder de Latinoamérica. Ahora es un país latinoamericano más (y no de los mejorcitos) lleno de rubios resentidos que se consuelan con su aparente belleza.
En realidad, todo un tema. Como se ha dicho por aquí, racismo hay en todas partes. Ya que el post original, sobre el que comenté, era acerca de la linda actitud de un argentino hacia los mexicanos, decidí incluir lo que he visto y oído al trabajar de cerca con argentinos. Les repito: estas cosas no me han pasado con personas de ningún otro país. No dudo que racistas haya en todas partes y sé que los hay, pero a veces tenemos que vivir con la reputación que otros han ganado para nosotros.
ReplyDeleteEjemplo de mi gente: aunque no me consta, ya varios chilenos me han dicho que en Suecia (y en otras partes) "chileno" se asocia con ladrón. Triste, pero nos hicimos la fama con una cierta calaña de conciudadanos amigos de lo ajeno. Lo único que queda por hacer, más que decir "ladrones hay en todas partes" y "no todos los chilenos somos así" (tampoco somos todos feos, je, je) es trabajar para cambiar esas actitudes con acciones efectivas, exportando un imagen diferente del país y sus habitantes. Claro, esto sólo funciona si queremos exportar una imagen diferente y si queremos cambiar. Si nos da lo mismo, no hay problema. Pero en ese caso no hay que sorprenderse de las opiniones que de nosotros tengan los de afuera.
Sergio
Hoy comiendo en un restaurant lleno de turistas una alemana tenía una remera que decía:
ReplyDelete"no solo soy perfecta, además soy argentina"
Tomá pá vos!
Pablo
Pablo, decí la verdad, ¿qué tal estaba?
ReplyDeleteEnmascarado, ¿Cómo que sólo los porteños? Yo soy bello y muy inteligente. Si n me crees, preguntale a mi vieja.
ReplyDeleteHablando en serio, cómo estaremos de condicionados que tendemos a asociar un color de piel determinado con la belleza, cuando en realidad ese valor no tiene nada que ver con la raza.
ReplyDelete¿O no la conocen a Halle Berry?
Rubia, ojos celestes, piel blanca, treinta y pico de años, flaca y ...con mal aliento!
ReplyDeleteComo dice el filósofo, la felicidad nunca es completa
Pablo
En este blog no tiene que haber corrección política. Eso lo dejamos para Hillary.
ReplyDeleteLa verdad es que el modelo de belleza mundial es el de los blancos. ¿Por qué? Sería muy largo de explicar, muchas razones, y ni siquiera estoy seguro.
Halle Berry es mulata, no negra, y una mulata muy lavada con rasgos prácticamente de blanca.
No hay ninguna estrella de Hollywood "negra" con rasgos marcados africanos como la mandíbula prognata.