La vez pasada le mandé a Fabiano, un amigo brasilero, el artículo sobre si es posible todavía para Argentina emular a Brasil.
Me contó que su padre siempre repite la historia de su viaje a Argentina a fines de los 60. Volvió muy impresionado por el grado de desarrollo y modernidad del país, a tal punto que no se cansaba de repetir que Brasil se debía dar por muy bien servido si algún día se aproximaba siquiera a la Argentina de esos años.
Para sentarse a llorar en un rincón.
Brasil no es "my cup of tea" hay mucho mejores ejemplos para tener en cuenta.
ReplyDeleteComparto, Carlos, lo vengo diciendo por acá.
ReplyDeleteBrasil eligió el camino "productivista" pero se lo tomo en serio. Personalmente prefiero una economía abierta y no tan dirigida, pero no puede dejar de reconocerse que Brasil tiene claro lo que quiere desde hace tiempo, y lo viene haciendo con gran éxito.
ReplyDelete... perdon, se me escapo el "enter".No corregí el texto y no me despedí. Espero que este bien y saludos.
ReplyDeleteyo creo que los brasileros son mas felices porque tienen la poronga mas grande
ReplyDeleteSí, el modelo de Brasil es una porquería, pero por lo menos es la espina dorsal de algo.
ReplyDeleteNo la pedorrada absoluta como Argentina.
Y además ese modelo "mercadointernista", si cierra , hasta donde cierre, lo hace en un país inmenso como Brasil, no en uno mediano como Argentina.
Julius, ojo, que Cogito es argentino y en el barrio de chico le decían “diablo raro” porque tenía la cola para adelante.
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