Dec 14, 2007

Malvineteadas


La Nación, sin duda uno de los diarios más serios del país, publica en tapa su asombro porque para la Unión Europea, las islas Malvinas son británicas.

Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo alguna vez. En algún momento de la vida debemos sobreponernos a nuestras tendencias naturales y por lo menos hacer un esfuerzo para sacar la cabeza del culo.

Las islas Malvinas SON inglesas.

Si algún día la civilización occidental avanza hacia un estadio voluntarista en el que desear algo basta para que se vuelva realidad, entonces sí las islas serán argentinas.

Mientras tanto, dejemos de perder el tiempo que tenemos millones de problemas verdaderamente urgentes.

12 comments:

  1. Creo que hasta sonará como una perogrullada, pero qué pretendemos si hace 150 años que no viven argentinos en la islas (no sé si alguna vez vivieron). O sea, falta uno de los elementos del Estado: la población.
    Es muy dificil pelear contra el supuesto "colonialismo" desde afuera. Lamentablemente no estamos en la misma posición histórica ni territorial que tuvieron los yankis, hindúes o nosotros mismos en 1806.
    Condictio sine qua non: hay que ser local para pelearla.
    Aunque me muera de indignación las Falklands nunca serán nuestras.
    Mi respeto y agradecimiento eterno a los combatientes de Malvinas.

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  2. ¿Para que decir la verdad si se puede decir algo mejor?

    Si, claramente son Inglesas pero deberian ser argentinas.

    Pero la única verdad es la realidad.

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  3. Escribo no para opinar de las islas, sino para hacer una pregunta. Al menos un par de los comentarios al artículo de La Nación mencionaba que Argentina había perdido territorio en disputas con Chile. ¿Qué territorios fueron esos que Argentina "perdió"? Porque yo miro el mapa y Argentina se me hace enorme y Chile aún es flaco. En mi país hay llorones que alegan que Argentina "nos robó" la Patagonia, como si la Patagonia hubiese sido chilena alguna vez. Pero no sabía que del otro lado del cerro argentinos tuvieran el mismo lamento, aunque sin una identificación tan clara en cuanto al territorio en cuestión.

    Sergio Flores

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  4. Artemus, no lo pregunto con sorna ni rencor, ¿Indignación ante qué?

    Tenemos una superficie de casi 2.800.000km2 y sólo 40 millones de habitantes, uno de los países más despoblados del mundo, y no tenemos a Siberia ni al Sahara.

    En la Patagonia, en Santa Kruz, la zona más cercana a las Falklands, continental y todo, no vive nadie. Menos de un habitante por km2. La misma superficie que Inglaterra y la población de un barrio de Buenos Aires.

    ¿Las islas deberían ser argentinas? ¿Por qué? ¿Porque están cerca? ¿El Uruguay debería ser argentino? ¿Chile? ¿Uruguay nos tendría que reclamar Martín García?

    Si por un milagro nos "dieran" las Falklands. ¿Quién se va a vivir ahí? ¿Un destacamento militar y un grupo de payasos vestidos de gaucho híper-subsidiados que se vuelve a los 6 meses porque no se puede hacer asado con el viento?

    Si hubiera una colonia británica en el sur de Córdoba, entendería toda esta histeria, ¿pero por unas islas horripilantes a cientos de kilómetros de una costa inhóspita?

    Y los kelpers, ¿Qué hacen? Viven ahí desde hace mucho más de un siglo. ¿Adoptan nuestras fantásticas instituciones? ¿Hacen aportes a las AFPJ para que los roben? ¿Pagan retenciones a las exportaciones para financiar la fabricación de zapatillas en la prov. de Buenos Aires? ¿Los echamos? ¿Los fusilamos? ¿Los mandamos a campos de reeducación?

    Seamos inteligentes y saquémonos de una vez de la cabeza esa visión nacionalista territorial y rencorosa que en 1920 ya era vieja.

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  5. Lo primero que se me ocurre son las islas del Beagle, aunque segun este articulo (fijense el autor) hubieron muchas mas.

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  6. Es muy diícil hablar de Malvinas con la cabeza fría porque el irredentismo es una enfermedad enraizada profúndamente el América Latina.

    Escudé, antes de convertirse al popukirchnerismo, escribió cosas importantes sobre el daño que hace ese mal en la Argentina.

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  7. Sergio, El consenso generalizado es que Chile nos vivió embromando toda la vida. Siempre fuimos víctimas de la genial diplomacia y política exterior chilena. Nos robaron medio país. Deberíamos volver a los límites originales de la Capitanía General de Chile; etc.

    Lo más gracioso es que según mis amigos chilenos, en las escuelas chilenas les dicen más o menos lo mismo de Argentina. De locos.

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  8. Siempre Santa Kruz, siempre Santa Kruz. Sergio, yo sé lo que les digo. Si un día la Argentina les ofrece Santa Kruz, no la acepten.

    Lo gracioso del tema es que de un lado de la cordillera los malos son unos, y del otro, los malos son los otros. El nivel de idiotez para caer en eso escapa a la compresión.

    Y como dice Sergio, si los chilenos son land grabbers, son bastante malos en eso.

    ¡Esa es la famosa "hermandad latinoamericana"!

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  9. Esta es la sociedad civil argentina, siempre detrás del Lebensraum:

    "En Santa Cruz, en cambio, una delegación integrada por diversas asociaciones civiles y funcionarios provincíales decidió escalar a 1100 metros de altura los Hielos Continentales para colocar allí un cilindro de bronce que contiene una réplica de la Bandera de los Andes, tierra de Yapeyú y un mensaje para las futuras generaciones, en refirmación de la soberanía argentina."

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  10. Gracias por dejarla un poco más clara.
    Cuando yo fui al colegio hace décadas, no nos enseñaron nada de Argentina, aparte del hecho inescapable de la ciudadanía de San Martín. Lo de la Patagonia no se enseña en la escuela, es algo que se aprende en la calle y con los parientes, como andar en bicicleta.

    Creo que es innegable que a ambos lados de la cordillera lloriqueamos que el otro nos ha "quitado" algo. Lo importante es no permitir que esas actitudes paralicen el avance del país.

    Con respecto al artículo de Grondona que Cogito enlazó, le he ido perdiendo el respeto a este periodista. En los noventas escribía que Argentina había superado con creces y para siempre el nivel de Corea del Sur (no es broma) y ahora veo que de pitoniso tampoco vale mucho. Eso de que para el 2006 Argentina fuera a ser para Chile lo que es Brasil para Argentina me dio risa al principio, pero después me dio pena. Sería interesante saber qué opina hoy del chiste.

    Sergio Flores

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  11. Muy bien, Sergio. Has advertido que Grondona es un payaso. Cada 5 o 6 meses se le cae una idea ingeniosa, y eso es todo. En el medio lo que hace es brindar solaz y esparcimiento a los argentinos acomodados diciéndoles lo que quieren escuchar. Ejemplo: ahora Macri es la esperanza.

    Para eso era mejor el propio Neustadt, más periodista.

    En Argentina tampoco te enseñan lo de los "chilenos land grabbers" en la escuela. Si hay algo, es muy tangencial, no alcanzaría a generar la mentalidad que hay. Es igual a como decís que es en Chile. A la mención de las palabras "chilenos" y "Patagonia", surgen comentarios del tipo:

    - nos quieren robar la Patagonia
    - hay cada vez más chilenos viviendo en la Patagonia, es peligroso
    - si les damos esos 10km2 que reclaman, después van a reclamar más, porque esa es su estrategia
    - los chilenos son traicioneros

    Siempre sospeché que era igual en Chile, ahora lo confirmás vos.

    Otra cosa que siempre me sorprendió es que casi no hay chilenos populares en Argentina.

    Me encantaría que lo aclararas un poco más. Es un tema que siempre me intrigó. Algo así como "todo lo que siempre quiso preguntar a un chileno y nunca se atrevió".

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  12. Bueno, Blogovido, recién hoy reviso hasta acá los posts y hallo tus inquietudes. Los chilenos somos 16 millones y mis opiniones me representan sólo a mí, pero ahí te van de todos modos:

    Creo que en Chile hay resentimiento en contra de Argentina porque se tiene la idea de que les ha tocado todo fácil (tremendo país, minas para qué te cuento, trigo, carne -y de vacuno también- y una friolera de recursos que ni siquiera explotan porque basan su riqueza en la tierra gernerosa que les tocó) y que aunque se farreen la riqueza siempre van a tener más que nosotros.

    Muchos de mis compatriotas admiran a los futbolistas y artistas argentinos, pero luego resienten que Argentina no nos considera reciprocamente.

    En Argentina no hay chilenos populares porque por un siglo ustedes nos ignoraron olímpicamente tal y como nosotros ignoramos a los peruanos y bolivianos hasta hoy. Estos hábitos están arraigados en la población. Chile mira en menos a sus vecinos del norte y noreste y, en serio, la mayoría de los chilenos creo que disfruta perversamente con las malas noticias de Argentina porque Argentina nos miraba (y aún mira) en menos, aunque esto se haga cada vez más difícil.

    Durante los noventas, cuando cerca de diez mil millones de dólares chilenos entraron a Argentina y de supermercados a distribuidoras eléctricas estaban en manos de chilenos, era prácticamente imposible ignorarnos. Creo que eso contribuyó mucho al apoyo popular por correr a los inversionistas extranjeros. Chile no "llegó" a Argentina hasta que en un hecho según creo inédito, bonaerenses felices quemaron la bandera chilena por un lío de la distribuidora de electricidad de una parte de Buenos Aires que le cortó la luz a la Fuerza Aérea argentina por no pagar la cuenta. Cuando te queman la bandera, existes; ya nadie te ignora. Te pueden odiar, pero no te dan el filo de la indiferencia. Sicológicamente este hecho le hizo bien a los chilenos. De repente pudimos sin tapujos colocar a Argentina en el mismo saco donde guardamos a Perú (llorones de fronteras, que los chilenos malos nos robaron todo, ¡guaaaaa!) y a Bolivia (¡devuélvannos el mar!) porque los argentinos se estaban comportando como los otros vecinos con nosotros, y nadie puede alegar derechamente que peruanos y bolivianos ignoran a los chilenos.

    Todo esto es patético, claro, y puede ser nada más que mi visión sesgada de la situación. Pero sinceramente creo que estar rodeados de vecinos mucho más grandes y ricos nos ha afectado. A Perú y Bolivia no debemos demostrarles nada (yo insisto en que podríamos ser más generosos, pero ésa es también una actitud "imperial"). Nunca ha habido una definición entre Chile y Argentina como las que ha habido entre Chile y sus otros dos vecinos. A falta de eso, muchos compatriotas míos se encargan de tratar de demostrar a diario que podemos tener un país chico para la norma de la región, pero es el mejor país. Al menos esta envidia colectiva nos ha hecho ir más allá que sencillamente codiciar los bienes de los vecinos, aunque eso era casi inevitable para que Chile fuese un país viable. Imagínate que la Capitanía original, descontando lo que había al este de la Cordillera, era del tamaño de Portugal.

    Ciertos hechos puntuales exacerban las opiniones negativas. En Chile "se sabe" que en caso de guerra, Perú nos ataca por el norte y Argentina por el sur. La HV3 que maneja el Alto Mando Conjunto sostiene que Chile debe poder enfrentar a sus tres vecinos (hipótesis vecinal 3) al mismo tiempo. Negociaciones fronterizas donde Chile "salió perdiendo" según mis compatriotas (Patagonia, Puna de Atacama, Laguna del Desierto, donde además fue asesinado un carabinero en los sesentas) son recordadas a menudo. Ejemplos de cooperación entre ambos países son ignorados casi instantáneamente.

    Hace tiempo, desde la década de las inversiones en Argentina, que los chilenos han pasado de la envidia teñida de admiración, al desdén, la desilusión, o el desprecio por nuestros vecinos de allende los
    Andes. Desde la cultura del trabajo argentina, tan diferente de la chilena, hasta la política, todo es analizado, pesado, y sale debiendo cuando lo comparan con Chile. Argentina todavía nos gana en fútbol, pero el Chile que a regañadientes admiraba a Argentina mientras la estudiaba con preocupación y recelo ya no existe. Este nuevo país mío es más arrogante, más antipático y, sí, tiene más que mostrar que el anterior porque, de partida, es mucho más rico de lo que era hace 30 años. La relación con su vecino gigante ha cambiado pero no ha madurado. Tampoco puedo decir que el cambio sea para bien. Un dato positivo es que las posibilidades de guerra entre ambos países son mínimas, de lo más bajo en 120 años por lo menos. Pero no creo que esto traiga como consecuencia una racha de chilenos populares en Argentina. Pienso que ustedes seguirán mirándose el ombligo y pensando que el mundo no almuerza con tal de saber qué pasa en Argentina. Y Chile, de no mediar una serie de metidas de pata fenomenales, seguirá mejor que el vecindario. De ahí a unirnos al primer mundo hay un trecho largo y difícil.

    Sergio

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