Fernando Laborda nos explica la fuente de los fabulosos ingresos del matrimonio presidencial.
Qué grande. No me canso de decirlo, los argentinos somos lo máximo. Si de mecanismos mentales para fugarnos de la realidad se tratara, ya seríamos Australia.
La idea original repetida hasta el cansancio, era que la corrupción es neoliberal, capitalista, propia del mercado y del sector privado. El progresismo con conciencia social, lo estatal, lo público, no puede ser corrupto porque está motivado por el altruismo.
Ahora que ya no hay forma de tapar la sucesión de escándalos de corrupción, el discurso cambió y nos enteramos de que en realidad es preferible la corrupción Nacional, Popular y Progresista a la honestidad neoliberal:
La razón de los precios insólitos a los cuales los Kirchner pudieron comprar estos terrenos hay que buscarla en la política de quien hasta diciembre último fue intendente de El Calafate, Néstor Méndez. Según una ordenanza reformada en 2003, el jefe comunal está autorizado a entregar o vender en forma directa las tierras fiscales y sólo en los casos que estime conveniente lo hará a través de una licitación pública.
Numerosos funcionarios se beneficiaron con esa norma e hicieron prósperos negocios. Los Kirchner no fueron la excepción. Pertenecer tiene sus privilegios.
Todos sabemos que la "corrupción" es la excusa, como el amable anónimo elucidara el otro día.
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