Jan 3, 2008

Gran turismo

La Argentina neopopulista adhiere firmemente a aquello de si que sale bien es mérito propio, si sale mal es culpa de los demás (léase Menem).

Ya comenté varias veces por acá lo interesante que me resulta escuchar hablar de los “records” del país a partir de la vigencia del “modelo de la producción y del trabajo”. No falla nunca.

Insisto en que tenemos poca memoria y muy poca vergüenza.

Hoy La Nación nos informa que el país se ha convertido en un imán para los extranjeros, con un millón de turistas en el último trimestre.

El artículo no lo menciona, pero para simplificar vamos a anualizar la cifra y digamos que el país recibe cuatro millones de turistas al año.

Lamento ser yo el que se los diga, pero el despegue de la actividad del turismo receptivo con el aumento sostenido en el número de visitantes se dio en la década del 90. Fue el resultado directo de la reinserción de la Argentina en el mundo, del cambio de reglas, la desregulación y las enormes inversiones en el sector.

En esos años nefastos, por primera vez Argentina superó a Brasil en número de turistas recibidos, con más de 3 millones por año.

Creo que no hace falta explicar que si convertirse en una potencia turística pasara por las megadevaluaciones y volverse un país de ingresos bajos, la Argentina de los 80 hubiera batido todos los records mundiales y la gente haría cola para visitar destinos como Haití y Somalia.

Ayúdenme a entender, como con la producción de autos, ¿destruimos el país para ocho años después atraer un millón más de turistas? ¿Cuántos turistas más vendrían al país si no hubiéramos caído en la ristra de locuras en la que nos empeñamos desde diciembre de 2001?

4 comments:

  1. En termino de industria, me parece que estamos peor:los ingresos por el turismo son mas o menos los mismos que teniamos en los 90'.
    Por tanto vamos para atras.
    ramon cassino

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  2. Estas equivocado, Ramón, ahora tenemos Dignidad.

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  3. Aprovecho esto de las estadísticas para avisarte que en The Economist de esta semana hay un comentario sobre el último libro de Thomas Sowell, tu autor favorito si no me equivoco. Allí hablan de cómo él rebate muchas estadísticas y las da vuelta.

    Está en http://www.economist.com/books/displaystory.cfm?story_id=10424269

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