No sé por qué me parece que mucha gente no leyó sobre la aventura que tuvo ocupado a Ramiro estos últimos tres meses. Me parece que lo puso en un post de muy bajo perfil.
Si no lo hicieron, les recomiendo su lectura. Muy interesante:
La forma en la que funciona el sistema por el cual uno se hace abogado en Estados Unidos es bastante particular, sobre todo cuando el observador llega de las rocosas de Tucumakstán. A ver si puedo resumir:
En Estados Unidos la "universidad" (college), lo que viene después de la secundaria, es un programa que dura cuatro años. Durante esos cuatro años uno tiene decenas de diferentes materias electivas. Cada alumno hace su programa de acuerdo a como elige las materias. Luego de graduarse, la mayoría sale a buscar un trabajo. Al cabo de unos años, algunos deciden continuar dos o tres años más, esta vez en algo mucho más específico. Law School es una de esas opciones. Si uno decide ser abogado, el primer paso que debe dar consiste en rendir un examen administrado por una entidad nacional que califica al aspirante a abogado luego de tres horas de lógica. Con un puntaje bárbaro se abren las puertas de Harvard o Yale. Con un puntaje modesto, las de una facultad de medio pelo. Con la nota de este examen, las notas del college y el curriculum, el aspirante prepara sus solicitudes y las envía a diferentes Law Schools. Luego vienen tres años muy intensos en los que el estudiante cubre en forma intensiva los principios generales del derecho y cada una de sus ramas. Tres mayos más tarde llega la fiesta de graduación (y la primera de las cuentas: cuesta un promedio de $120.000 el total de la carrera). Pero alto ahí. El estudiante graduado no es abogado aún. Falta un paso: el examen del colegio de abogados.
¿Y adónde quedan la solidaridad y la justicia social?
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