Apr 8, 2008

La memoria y la responsabilidad de un pueblo


La Gran Presidenta Argenta parece haberse salido con la suya (por lo menos por ahora) en el conflicto que recientemente jaqueó a su gobierno. El lenguage de negociación que utilizó, básicamente: "soy una pobre víctima" y "productores = Videla", puso de manifiesto que no es ninguna estúpida y sabe hablar el idioma que mejor entendemos los argentinos: "el mundo contra mí" y "yo no fuí".

Joven argentino. 1) Estamos donde estamos porque otros países (que paradójicamente, tienen un coeficiente intelectual muy por debajo del argentino) nos oprimen; y 2) los errores del pasado no me pertencen, como todos sabemos, el Proceso es algo que "nos pasó" por culpa de alguien... pero no nuestra (el pueblo festejando en Plaza de Mayo durante esos años los goles de Kempes, o pidiendo que venga el principito a pelear en las islas australes, debe ser otra producción de Hollywood a pedido de la CIA, me imagino).

Se imaginan a un gobierno norteamericano tratando de sacar rédito político del doloroso pasado de la segregación racial? Se imaginan a un gobierno alemán en los 60s acusando a la oposición al mejor estilo de "ustedes fueron, ustedes apoyaron a Hitler... nosotros tenemos las manos limpias"? Imposible. Los yanquis, los alemanes y tantos otros pueblos que tuvieron su cuota de horror, superaron el doloroso pasado asumiendo las culpas, y no tratando de lavarse las manos. Y por eso aprendieron. Y por eso están donde están.

Estaba recordando hoy el gran libro de Karl Jaspers, "The Question of German Guilt", obra que encarna la brutal autocrítica alemana en los años de la posguerra. Algunos pasajes:
“That in fact all the people pay for all the acts of their government… is a mere empirical fact; that they know themselves liable is the first indication of their dawning political liberty. It is to the extent of the existence and recognition of this knowledge that freedom is real, not a mere outward claim put forth by unfree men.

The inner political unfreedom has the opposite feeling. It obeys on the one hand, and feels not guilty on the other. The feeling of guilt, which makes us accept liability, is the beginning of the inner upheaval which seeks to realize political liberty.”
"It was possible for us to seek death in humiliation —in 1933 when the Constitution was torn up, the dictatorship established in sham legality and all resistance swept away in the intoxication of a large part of our people. We could seek death when the crimes of the regime became publicly apparent on June 30, 1934, or with the lootings, deportations and murders of our Jewish friends and fellow-citizens in 1938, when to our ineradicable shame and disgrace the synagogues, houses of God, went up in flames throughout Germany. We could seek death when from the start of the war the régime acted against the words of Kant, our greatest philosopher, who called it a premise of international law that nothing must occur in war which
would make a later reconcilement of the belligerents impossible."

"Thousands in Germany sought, or at least found death in battling the regime, most of them anonymously. We survivors did not seek it. We did not go into the streets when our Jewish friends were led away; we did not scream until we too were destroyed. We preferred to stay alive, on the feeble, if logical, ground that our death could not have helped anyone. We are guilty of being alive."
Pero esto de la autocrítica no va con nosotros los argentinos. Señalar con el dedo y hacerse el otario da siempre mejores resultados en la bendita tierra de Maradona.

4 comments:

  1. Desde la protección del atril, y con ingentes dosis de psicofármacos, lenta pero inexorablemente la botóxica se está ganando -y merecidamente- el odio de todo el mundo.
    Objetivo logrado: ¡que vuelva Néstor!

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  2. Que monstruo, que capacidad de transmitir que tenía este tipo. Y que relación increíble de ida y vuelta hay entre transmitir y pensar.

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  3. Un país de niños: "quero quero" y "yo no fui, fue él"

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  4. Los pueblos son responsables de los gobiernos que tienen. Los alemanes saben por qué sufrieron los bombardeos en Dresden, Hamburgo, etc. y aprendieron la lección.

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