Aug 12, 2008

Yo la sigo con las olimpiadas.

Todo el mundo sabe que el deporte de alta competición es extremadamente caro y que el amateurismo de los atletas olímpicos sólo existe en los papeles. En realidad, para llegar al nivel de exigencia de los juegos actuales, los deportistas deben convertirse en poco menos que empleados a tiempo pleno del estado, que los mantiene y subsidia con becas e instalaciones y programas multimillonarios (si no tienen la suerte de ligar algún contrato de publicidad del sector privado).

Me pregunto si no llegó el momento de dejar la corrección política de lado y sincerar las cosas. Es necesario dejar los eufemismos y aceptar que el evento se convirtió en una competencia entre atletas profesionales, personas que se dedican a pleno a aquello de “altius, citius, fortius”. Creo que nivelaría la competencia un poco más a favor de los países más pobres, en los que la única posibilidad real de un atleta es convertirse en un empleado de una compañía privada.

Y, ya que estamos en el tema, ¿por qué la negativa al uso de productos para mejorar la performance? Un profesional es necesariamente un experto en su área y sabe lo que hace. Debe tener absoluta libertad para utilizar todas las herramientas a su alcance.

Tal vez el futuro del evento sea unas olimpiadas en las que súper atletas profesionales representen a grandes compañías de productos deportivos como Nike, Reebok y Adidas, en lugar de países.

2 comments:

  1. Luis, no es mala idea la tuya; pero, ¿Qué hacemos con el fútbol como deporte olímpico si buscamos que los atletas representen a marcas como Nike, Reebok, Puma o Adidas, por ejemplo?

    Andrés

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  2. Amateurs son estos.
    Al mono lo invitaron por error y como el unico de Guinea Ecuatorial se mando

    http://www.youtube.com/watch?v=pcb3YeZDmp0

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