No se pierdan esta columna de Xavier Sala-i-Martín sobre un estudio que da por tierra con la "paradoja de Easterlin”, una de las bases de la fábula tan utilizada por la izquierda para tratar de volver a rescatar al socialismo del fracaso. La economía de mercado puede ser el único camino para generar riqueza pero los pobres son más felices que los ricos:
La paradoja de Easterlin no existe. Y eso no debería ser una sorpresa: cualquier analista razonable debería haber concluido que, cuando 6.000 millones de personas trabajan duramente para mejorar su situación económica y un sabio les dice que son tontos porque su esfuerzo no les va a reportar más felicidad, tarde o temprano se demuestra que los tontos no son los ciudadanos.
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Otro resultado destacable es que la gente de izquierdas es más infeliz que la de derechas, aunque la explicación parece no tener nada que ver con la política: los de derechas son más religiosos y tienden a estar casados en mayor proporción y resulta que, a igualdad de ingresos, la gente religiosa y casada tiende a ser más feliz.
Creo que tiene algo que ver con lo que se comentó en el thread teológico. Al final del día, cada uno es lo que quiere ser. El negativo vive en la miseria, el positivo produce, la ideología es solo la manifestación racional de eso. La fortaleza de los países está en el espiritu general de su gente, los imperios prosperos lo son porque esa es la suma de los deseos de las personas que los componen.
ReplyDeleteClaramente los progresistas no tienen nada que ver con el progreso.
ReplyDeleteCoincido con max.
ReplyDeleteAdemás, yo no soy de izquierda y no estoy casado ni pienso casarme. Así que no se quien dice esas pelotudeces.