Claro, como la presidencia del país más importante del planeta es como un equipo de segunda división, o un equipo chileno de esos que se creen buenos porque de repente ganan un partido: hay un huevón gordo, o chico, o feo, o viene de Haití, y el entrenador se encoge de hombros: "Bueno, no sé cómo juega, pero boca y labia tiene el condenado; los pandilleros con los que se junta dan miedo, pero él no parece pandillero. ¡Qué crestas! Le voy a dar una oportunidad! Total, si perdemos, no pasa nada, y no creo que nos goleen."
Una decisión de la que jamás me he arrepentido fue la de dejar de comprar The Economist hace 15 años. Hace ocho años que la leo muy esporádicamente, y sólo lo que se refiere a latinoamérica. Al paso que TE va, su calidad pronto será comparable a Newsweek o Time.
acá también dijeron que había que darles otra oportunidad a los radicales en el 99 después de la crisis del 89.
ReplyDeleteya va una década y todavía no nos levantamos del desastre de haberles dado una oportunidad.
Claro, como la presidencia del país más importante del planeta es como un equipo de segunda división, o un equipo chileno de esos que se creen buenos porque de repente ganan un partido: hay un huevón gordo, o chico, o feo, o viene de Haití, y el entrenador se encoge de hombros: "Bueno, no sé cómo juega, pero boca y labia tiene el condenado; los pandilleros con los que se junta dan miedo, pero él no parece pandillero. ¡Qué crestas! Le voy a dar una oportunidad! Total, si perdemos, no pasa nada, y no creo que nos goleen."
ReplyDeleteUna decisión de la que jamás me he arrepentido fue la de dejar de comprar The Economist hace 15 años. Hace ocho años que la leo muy esporádicamente, y sólo lo que se refiere a latinoamérica. Al paso que TE va, su calidad pronto será comparable a Newsweek o Time.
Sergio
The Economist parece tener una capacidad especial para siempre encontrar "fantásticas" razones para apoyar Demócratas y no Republicanos.
ReplyDeleteThe Economist es el símbolo de una Inglaterra que es cada vez más continental y menos liberal. Cada día parece más una revista francesa.