Nov 30, 2008

La estancia de la tía Elena en Buenos Aires, Parte 2




(Parte 1)

Ya anticipé que tenía cosas muy buenas que decir de nuestra estancia en Buenos Aires. Es una ciudad de la que se entrevé su antigua riqueza, con zonas y edificios muy bien mantenidos. La ciudad tiene avenidas, plazas, edificios magníficos, y como digo no todo está en mal estado de conservación, hay zonas preciosas como Belgrado o La Recoleta, Palermo y Puerto Madero. Incluso esas cuatro calles de La Boca alrededor de Caminito están de postal, muy bonitas y bien conservadas.

Imagino que nombro las zonas espectaculares por excelencia, pero igual que conté lo "no tan bueno" me da por contar lo buenísimo. Toda ciudad tiene zonas así, creo, pero no por ello hay que dejar de alabar las que vimos en BA. La recuperación que se ha hecho de la zona de Puerto Madero nos pareció logradísima, muy acogedora para el ciudadano y para el turista. Es una gran pena para personas con una cierta inclinación por la arquitectura y el urbanismo, como Marga y yo, presenciar el mal estado de conservación de algunos edificios increíblemente bellos, como El Molino (para muestra vale un botón), pero a la vez se pueden contemplar otros como el Barolo o El Ateneo Grand Esplendid que están en perfecto estado y luciendo una tremenda riqueza, arquitectónica y cultural.

Mencioné ya esas impresionantes avenidas inacabables, con amplias aceras para el peatón, y bastantes plazas y parquecitos con bancos para el ciudadano. Qué afortunadas fuimos de visitar la ciudad en primavera, con ese sinfín de Jacarandás en flor, algo que no había visto en ninguna otra ciudad de todas las que visité en el mundo. Quedamos impresionadas por el colorido inacabable de tanto árbol en flor, y el perfume ajazminado que desprendían y que lograba solapar en muchos casos a todos los humos del tráfico, incluso en la Avenida 9 de Julio.

Igual que comenté la desgana y engreimiento de mucha gente con la que nos cruzamos, también tengo que decir que otros tantos no fueron así, al contrario, demostraron afabilidad e interés por que nos sintiéramos bien. Ya mencioné la diligencia y honestidad de los taxistas, jamás nos dieron vueltas para dejar correr el contador, cosa que llama la atención porque además fuimos advertidas acerca de la pillería del gremio en su conjunto. También hubo camareros y personal de comercios que sacaron un 10 en atención –sin lloros, ni malas caras, ni desgana en ningún momento. Sinceramente tenemos que decir que esa no es la impresión general que sacamos, pero sí los hubo, y ahí va nuestro reconocimiento.

Un ejemplo de amabilidad y atención fue un policía federal que patrullaba por La Boca, donde anduvimos de paseo, un tanto fuera del "circuito". Este buen hombre se nos acercó para darnos recomendaciones de por donde pasar y por donde no. Es un gesto sencillo, y casi de sentido común, pero no dejó de tocarnos el corazón por su humanidad y atención por nuestro bienestar.

Tendría que dedicar otro "apartado" enterito a Iguazú. Algo fuera de este mundo, che. Qué maravilla natural, no hay palabras. Podríamos decir que esto no sería tanto "merito" de Argentina como de la madre naturaleza, ¿cierto? No obstante, BRAVÍSIMO por (1) la organización del recinto del parque natural en el lado argentino, y (2) la atención en general que recibimos en toda la estancia. Aquello fue una perfecta combinación de atender muy bien al visitante, al tiempo que se dedican esfuerzos a preservar el entorno natural. MUY, MUY bien. Marga y yo quedamos anonadadas por todo ese espectáculo de aguas y más aguas cayendo sin cesar y con un estruendo continuo, que el visitante puede disfrutar muy de cerca sin tener nunca la impresión de que "corrompe" ese magnífico escenario.

Por hoy ya vale, que estamos un poco "down" del viaje. Sólo remato con un punto a favor para la mayoría de los bares de la ciudad: Cuando uno pide un porrón de Quilmes, enseguida ofrecen la botella de tres cuartos o de litro, que sale más económica y se comparte bien :-)

Besos desde Madrid, Europa... jejejejeje

Elena

2 comments:

  1. Tía Elena, te informo que soy un porteño que vive en Madrid hace varios años y que lamento decirte que me has tocado las narices con tu primer artículo. Aclaro que tus opiniones son absolutamente respetable

    Como no me gusta contestar cabreado, estoy dejando pasar un tiempo para responderte punto por punto aquellas observaciones sobre los porteños que me parecen injustas, señalar las que están plenamente justificadas y resaltar aquellas que no pareces darte cuenta que también se pueden aplicar a buena parte de tus conciudadanos habitantes de Madrid.

    Como botón de muestra te dejo algunos casos frutos de mi experiencia personal:

    1)Casi todas las veces que voy al Corte Inglés me encuentro con grupos de empleadas charlando animadamente y haciéndose las suecas cuando te acercas. Más de una vez me ví obligado a interrumpirlas para solicitar ayuda o información y siempre me ponían cara de desagrado por osar haberlas interrumpido en su amena charla. He optado por acercarme y decirles con mi mejor sonrisa: "Disculpen, ¿no les molesta que compre algo mientras Uds. cotillean? En general, da resultado.

    Es verdad que hay honrosas excepciones, sobre todo cuando escuchan mi impecable acento pijo porteño que cultivo celosamente ya que parece que les encanta a muchas españolas.

    Te aclaro que no tengo pinta de sudaca, asqueroso término racista cuya paternidad es vuestra, y puedo remontar mis antepasados españoles en América hasta 1640 y seguir hasta los pueblos de Cantabria, donde se originaron mis apellidos, por lo que no padezco de hispanofobia como Evo Morales, Chávez o muchos latinoamericanos.

    2) El tráfico (al que nosotros le llamamos tránsito porque con los autos se transita y se trafica con las mercancías) es intenso, pero silencioso y muy respetuoso con los peatones. El Metro es excelente, aunque en verano hay como un cierto olor a curtiembre, al igual que en los estupendos autobuses que se inclinan hacia la acera para que bajen y suban los peatones.

    3)Los restaurantes y bares tienen un nivel de ruido insoportable para los oídos latinoamericanos, ya que hablamos varios decibeles más bajo que vosotros.

    No sé por qué habláis a los gritos y os gusta estar hacinados en las barras tomando cañas y arrojando las servilletas y colillas de cigarrillo en el piso aunque haya cestos de papeles y ceniceros. ¿Será una antigua costumbre ibérica? En el resto de la Europa civilizada no se hace esto. Perdón, los nuevos comunitarios de Europa del Este lo hacen también, pero en su caso debe ser porque, como piensan muchos compatriotas tuyos, son ladrones, sucios y brutos.

    En cambio, en general los porteños somos muchos más ruidosos en el tráfico, en las calles y en las canchas de fútbol, pero en los restaurantes y bares se puede conversar sin enterarse de la charla de los que están a cuatro mesas de distancia.

    Suficiente por ahora.

    Me olvidaba decirte que Madrid es una espléndida ciudad en general muy bien cuidada y mantenida, con una amplia vida cultural y con fantásticos espectáculos públicos gratuitos muy bien organizados. De vez en cuando hay espectáculos exóticos como ciclistas pedaleando desnudos a las tres de la tarde de un domingo, pero, eso sí, con permiso del Ayuntamiento.

    Como el que avisa no es traidor, te adelanto que no te van a gustar la mayoría de mis comentarios que, por cortesía elemental, someteré primero a consideración de Louis y mis respetados cobloggers para su aprobación.

    Compartiré copntigo una reflexión que me viene a la cabeza frecuentemente cuando más os conozco desde que vivo, hace varios años, en Madrid: Lo que se hereda no se roba.

    Por último, me alegra ver que eres de las que sabe que Madrid está, luego de muchos años de aislamiento cultural e intelectual, en Europa.

    Te agradecería que se lo informases a tus compatriotas que aún siguen diciendo "me voy a Europa" cuando cruzan los Pirineos... ¡Jajajajaja!

    ¡Hasta pronto, guapa!¡Menudo follón el que se va armar por haberle tocado Buenos Aires a este porteño!

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  2. Puerto Madero realmente está precioso, 10 puntos.

    Me da bronca pensar que lo que es hoy la villa 31 podría ser Puerto Madero 2, generando más trabajo, riqueza y turismo.

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