Mafias

Juan Carlos De Pablo sobre la desregulación sindical. Muy en línea con lo que solía sostener Ramos. Me temo que, desde una postura de absoluto cinismo, tienen razón. Si te van a desvalijar, es preferible que te toquen chorros lo más profesional posible:

Pensar que la alternativa a los dirigentes de la CGT son angelitos que se concentran exclusivamente en sus representados, y que no tienen afiliación política o ideológica, es soñar, no pensar. Porque los antecedentes existen, y los antecedentes dicen que el resto de los dirigentes sindicales está mucho más ideologizado, por lo cual cuando se sientan a negociar no piensan en términos de cuánto le pueden sacar al empleador, sino en “la lucha de clases”.

Las huelgas salvajes, que no sólo comprometen la producción sino también la existencia misma de la fábrica (ejemplo: apagar un horno de manera no programada; distribuir material inflamable entre las máquinas, como elemento de presión) se le ocurre mucho menos a un dirigente peronista que a otro. Porque aquel sabe hasta dónde tiene que tirar la piolita, para que no se rompa.