Mar 12, 2009

Atajando pollos

Creo que ya lo comenté antes por acá. Yo sigo sin entender la tortuosa relación de los habitantes de países como EEUU, Canadá o el norte de Europa con el alcohol. Pasa hasta acá en Québec, que es más afrancesado en ese sentido. Me resulta incomprensible.

Yo se los digo cada vez que sale el tema. En EEUU un chico puede manejar a los 16 años, votar y ser soldado a los 18, obtiene la mayoría de edad a esa edad también, pero para sentarte en un bar y pedir una cerveza legalmente tiene que esperar hasta los 21. Un disparate absoluto.

Es un círculo vicioso, las prohibiciones, niveles de impuestos ridículos y los controles estrictos contribuyen al atractivo del alcohol. La gente tiende a descontrolarse y consumir de más, lo que a su vez da pie a controles más estrictos.

¿Por qué no pasa lo mismo al sur de Europa? Me refiero a países como Francia, España, Italia. En España la gente joven suele tomar mucho (salir de marcha y demás), pero el alcohol no tiene exactamente el mismo rol social que en EEUU, los países anglófonos o Escandinavia, en los que se chupan hasta la humedad de las paredes.

En Italia, como en Argentina, la gente tradicionalmente se reúne a comer. De más. El alcohol, algún buen vino o últimamente la cerveza, es para acompañar. En un típico casamiento argentino, lo primero es la comida. Tiene que ser buena y, sobre todo, abundante. La bebida es absolutamente secundaria. Si el vino es berreta, los invitados le dedicaran 10 minutos a la crítica. Si la comida es mala o, la boca se te haga a un lado, escasa, no te lo perdonan nunca más en la vida.

En países como Irlanda la gente se reúne a tomar desaforadamente. Cuanto mucho, ponen algunas papitas fritas, de las compradas en bolsa, en la mesa para distraer la boca entre botella y botella.

Antes me preguntaba cómo era posible que un alemán, un sueco o un inglés se las arregle para estar en curda a las 10 de la mañana en el bar de la playa del hotel de St Maarten o Punta Cana. Ahora los entiendo perfectamente. Los tipos se ponen al día con todo el consumo atrasado que traen encima de sus países.

A los pocas semanas de llegar a EEUU, antes de que empiecen las clases, me invitaron a una fiesta en la casa de un amigo. Los padres se iban por el fin de semana y aprovechaba. Me pasa a buscar en el auto y me comenta que la cerveza que había comprado estaba en el asiento de atrás. Me doy vuelta y veo como diez cajas de seis botellas. Le pregunto cuántos íbamos a ser, pensando que la cosa era multitudinaria, y me dice “no sé, 10, 12 compañeros del año pasado”. El cálculo era de unas 6 botellas de cerveza por persona.

Las reuniones de la secundaria en EEUU no son (o no eran) como las de Argentina. En lugar de ir a bailar y comer algo, la gente se divide en grupitos. Unos ven una película, otros juegan algún juego (estaban de moda los de roles, tipo D&D) y otros hacen otras cosas que no viene al caso describir en detalle. Pero, eso sí, las botellas volaban como si las usaran para regar las plantas.

En un momento dado estaba en la cocina buscando algo para comer (yo no había terminado ni media botella de cerveza) y se me acerca una rubia de una fortaleza inusitada - yo la venía relojeando desde que llegamos - y me pide que la acompañe afuera. Me pasa la mano por la cintura, yo hago lo mismo, y salimos por la puerta de atrás.

Yo no lo podía creer. Ésta es la mía, papá. El irresistible encanto latino en acción. Abran cancha.

Ya estaba medio oscuro. No terminamos de salir y cruzar un pequeño deck para bajar al jardín y la damisela me suelta de la cintura de golpe, se inclina y lanza un reverendo y sonoro vómito. Si no salto a un costado la ligo yo también.

“I am sorry, I needed fresh air”. Dejate de joder.

No debe haber mejor método anticonceptivo que el espectáculo de una señorita vomitando como camionero a la salida de bailanta en la ruta.

8 comments:

  1. Excelente relato. La verdad, todo un tema, la restricción antes de los 21 es una de las ridiculeces más increíbles de este país.

    ReplyDelete
  2. no te puedo describir la cara de horror (en cualquier momento me denuncian al CS) cuando mi hija de 11 me pide un minitraguito de oporto... o de cerveza... ni qué decir cuando probó (y no le gustó) el Drambuie (mejor!!!! más para mi) Yo a su edad también robaba "sorbitos" de las copas de mis padres... a los 14 empecé a servirme mi propio vaso de vino cuando almorzaba en casa de mis abuelos... a los 18 tomaba whisky... y jamás de los jamaces me emborraché (una sola vez vi el piso inclinado al caminar, porque brindé con champagne, por el nacimiento de mi prima a la salida del colegio sin haber comido nada desde el desayuno.. esa fue mi experiencia de excesos etilicos en 40 años) El modo con que me educaron a mí funcionó... me importa un bledo lo que piensen los yankees yo usaré la misma táctica para enseñarle a mis hijos a disfrutar de algo tan noble y sabroso, como peligroso si uno se excede.

    ReplyDelete
  3. Nunca terminé de entender la idea de beber para perder la conciencia. Tampoco la idea de que el mundo es más agradable luego de haber tomado tres litros de cerveza.

    Y no es que no haya probado, pero nunca hallé ningún paraíso al final de esos caminos, sino todo lo contrario.

    ReplyDelete
  4. De querubín, como corresponde, alguna vez me agarré un pedalín que ni les cuento. Pero no entiendo por qué del consenso que sin la tutela del estado, un ciudadano común hasta el coma alcohólico no para.

    ReplyDelete
  5. Mucho más se ensañan con la marihuana y realmente no entiendo por qué.

    ReplyDelete
  6. Excelente relato, Louis.

    Creo que el tema del chupi de los gringos nórdicos, sajones y germanos tiene que ver con el clima de las tierras donde se establecieron originalmente y formaron su cultura. Un frío de la hostia en buena parte del año, con un clima de mierda con lluvia casi todo el año deben haber contribuido al escape alcohólico.

    Incluso creo que hasta han desarrollado más cantidad de una enzima, un médico debe saber más de esto, que les permite beber más alcohol. Los japoneses tienen menos de esa enzima y se emborrachan con menos alcohol que un occidental medio.

    ReplyDelete
  7. Enmascarado, el clima ayuda como bien lo explicas.. pero esa relacion terror/busqueda desaforada, tambien esta vinculada al puritanismo protestante que todavia impera en estas culturas...

    ReplyDelete
  8. Seguramente el clima tiene que ver, pero creo que se trata más de una cuestión cultural.

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.