Mar 21, 2009

Pollo frito cantonés con salsa de miel y ajo

Cocina moderna para el Opinador de hoy. Plato del día : Cantonese-style deep-fried honey-garlic chicken, o sea, pollo frito con salsa de miel y ajo al estilo cantonés.

(Receta adaptada de "Eat What You Want And Die Like A Man", del Steve H. Graham.)

Limpiar, deshuesar, desgrasar y desmitificar dos pechugas de pollo. Cortar en trozos medianos, salar bien y dejar reposar el un bol.


Preparar un engrudo con una taza de harina, 4 cucharadas de maicena, dos cucharadas de aceite, sal a gusto, y agua suficiente como para una consistencia gomosa (no demasiado líquido... media taza o un poco mas).


En una ollita poner a calentar a fuego bajo 1/2 taza de miel, una cucharada de azúcar, pizca de sal, agua a discrecion, una cucharada de jugo de limon. Cuando empieza a calentarse, agregar 4 o 5 dientes de ajo pisados (que se mantengan enteros en lo posible). Hervir un rato a fuego muy bajo, hasta que los sabores combinen. Reponer un poco de agua si se observa un aumento en la viscosidad SAE. La consistencia final debería ser la de miel aguada, no de agua melosa (se entiende, no ?).


Sumergir las piezas de pollo en el engrudo. Poner a calentar una buena cantidad de aceite neutro (de maiz por ejemplo), como para que las piezas queden sumergidas. Cuendo el aceite está que pela, incorporar las piezas de ave rebozadas. Posiblemente se haga un pegote al cocinarse el engrudo, pero no desesperéis. Con una cuchara y mucho cuidado, ir separando las piezas mientras se fríen. Tengan Pancután a mano por cualquier cosa.


Cuando las piezas de pollo adquieran una agradable tonalidad broncínea, retirarlas del aceite y ponerlas en un bol con toallas de papel para que drenen el aceite en exceso. Llevarlas luego al plato donde se serviran.


Bañar abundantemente las piezas con la salsa, espolvorear semillas de sésamo por encima de la preparación. Otra posibilidad es disponer una salsera para hacer dip, así pueden comer tambien los que no quieren la salsa. En ese caso, no hagan double-dipping a menos que estén en confianza.


Ojo. Esto no es pa´todos los paladares... el contraste entre el pollo frito y la miel perfumada con ajo puede ser chocante. Para mí fue un puema... me tuve que sentar porque me fallaron las piernas de lo rico que estaba. El resto de la familia no fue de la misma opinión, así que me lo tuve que comer yo solo. Pero un hombre ha de hacer lo que tiene que hacer.

Mas recetas como esta, en The Dangerous Kitchen, mi blog de cocina.

2 comments:

  1. Mike, ese poio se ve delicioso!

    Ahora sorry, pero vas a tener que ver a un traumatólogo, chico.

    Van dos veces en 24 hs. que te fallan las piernas... comiendo.

    La otra es que te sientes aaantes de empezar a masticar, no sea que te nos cagues de un golpe ;)

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