Quiero ser pobre

Hago una pausa del laburo y publico algo que me tiene las que te jedi por el piso.

Informe en el diario local de hoy, el equivalente al del domingo en Argentina. Es una lástima que sea tan pedorro que no tenga todas las noticias en línea. Nos cuentan que estamos en la temporada de toma de conciencia sobre la pobreza en Québec. Una periodista pasó un día completo con una familia pobre de la zona y describe los horrores en un artículo. "Me parece haber vivido en otro planeta". Sí, el planeta dope en la cabeza.

Ya lo dije varias veces por acá, la pobreza es algo relativo. Pobres van a existir siempre porque siempre habrá alguien con menores ingresos que alguien más. Sin pretender desmerecer el sufrimiento de nadie, les cuento lo que significa ser pobre en esta zona.

Se trata de una madre soltera con tres niños de 8, 5 y 2 años. La señora no trabaja, vive de los casi 700 dólares mensuales que recibe de seguro social por ser pobre y de los 1400 y monedas de las prestaciones que recibe por sus hijos.

La señora tiene ingresos netos por 2100 dólares mensuales. Es decir, un pobre en Québec tiene ingresos después de impuestos superiores a los míos. Esa cifra no incluye los numerosos subsidios que recibe por ser pobre. Los contribuyentes de la provincia de Québec le subsidian el alquiler (paga sólo 200 dólares por mes, menos de la mitad de un alquiler normal), la energía eléctrica (paga 50 dólares por mes, yo pago unos 80 durante el verano y 300 en lo peor del invierno), los remedios (los tiene gratis, yo los tengo que gatillar), el dentista (gratis también, yo caigo en las generales de poniéndose estaba la sagan) y la eximen de pagar impuestos (yo me especializo en la materia, para decirlo en francés, soy le fils de la pavote).

Ni les cuento de los programas y obras de beneficencia pública y privada que existen para repartir alimentos, ropa, juguetes y demás. Yo, cada vez que voy al súper o a Sears, reviento la tarjeta.

Según el cálculo de la periodista, la pobre mujer tiene gastos mensuales por 2161 dólares, lo que significa un déficit de 61 dólares por mes (2100 – 2161 = - 61).

Yo, desde el capitalismo salvaje y como contribuyente en la provincia, pienso que para cubrir esos 61 mangos tal vez esta pobre señora debería cancelar el cable ($45 por mes) y dar de baja al teléfono ($39 por mes, yo pago $25) y dejar de dar lástima por ahí.

¿Es para calentarse o soy un desaforado?

De más está decir que lo más probable es que esta señora no trabaje un solo día de su vida. Recuerden siempre el principio universal que reza “las personas actúan racionalmente según los incentivos”. Sencillamente no le conviene hacerlo. Si lo hace, lo hará en negro. En el momento en que empiece a trabajar y declare sus ingresos pierde los casi 700 pesitos del seguro social y las prestaciones por sus hijos se reducen proporcionalmente.

Vivirá de los contribuyentes de la provincia hasta que se muera. Sólo espero que sus hijos no hereden sus "derechos adquiridos".