Un dirigente 100% argento.
¿Alguien me explica cómo puede ser que este personaje de décima maneje una actividad que mueve miles de millones de dólares por año en el país?
Bah, no sé de qué me sorprendo. Estamos hablando del país presidido por la esposa de Kirchner.
La presidencia de Grondona en la AFA durante 30 años es uno de los tantos ejemplos que responde a las preguntas que hacías ayer: «¿los argentinos somos tan democráticos como creemos serlo? ¿Los argentinos recuperamos la democracia en 1983, o es que los militares perdieron el poder por la suma de sus propias ineficacias?».
ReplyDeleteSu frase de cabecera, «Todo pasa», parece ser la frase de cabecera de buena parte de los empresarios argentinos. Ayer escuchaba el reportaje que le hizo Roberto Cachanosky a Diego Cabot y Francisco Olivera, autores del libro «El buen salvaje», y comentaban el triste papel (por calificarlo benévolamente) de los «empresarios» argentinos durante los diferentes gobiernos y, en particular, durante el actual (http://www.economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?nota=2458).
Parece increible pero voy a defender a Don Giulio.
ReplyDeleteQue diferencia hay entre los 30 años de Grondona al frente de la AFA y los 25 años del Comisionado de la NBA David Stern ? (no me digan 5 años).
Sacando la relacion que en todo el mundo hay entre deporte y gobierno, el futbol es una empresa privada.
A Grondona lo eligen los clubes afiliados a AFA y si estos quieren mantenerlo, estan en su derecho.
Callate, Beto, que todo el mundo sabe que sos el sobrino de Don Julio.
ReplyDeleteEn serio, en la FIFA es igual o peor.
El autoritarismo no solo se ejerce en la política como si la política fuera una isla dentro de una sociedad. Es difícil concebir que las personas se comporten de acuerdo con dos estándares éticos: con uno autoritario en la política, y sin autoritarismo en la familia, en la empresa, en el club, en la calle. Si en una sociedad se eligen gobernantes autoritarios una y otra vez, hay un patrón que subyace en el tiempo más allá de quien ejerza el poder en cada momento; hay una fascinación por los líderes paternalistas en los diferentes estratos de la vida social.
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