Iba a dejar un comentario en este post del compañero Rothbard, pero mejor lo cuelgo como post.
Comparto, ya lo dije varias veces. El problema argentino es cultural, una cuestión de valores. Como también dije alguna vez, la solución puede pasar por la educación, siempre y cuando deje de contribuir al problema perpetuando los mismos valores resistentes al desarrollo de siempre.
Creo que es un error dejar de lado el hecho de que millones de argentinos se sienten perfectamente identificados con la Argentina duhaldista - kirchnerista. Ahora que se termina la caja pueden despotricar todo el día, pero en el fondo les encanta vivir así. Como dice Blogovido, la versión argenta del “pan y circo”: asado barato y fútbol los domingos.
Yo les pido que me disculpen, no es mi intención ofender a nadie, pero cada día me convenzo más de que la única salida para un país como Argentina pasa por el logro de consensos de mínima entre las clases dirigentes, de manera de que básicamente dé lo mismo quién gane las elecciones. Una especie de adopción masiva del principio de “nobleza obliga”.
¿Imposible? Puede ser. Es lo que pasó en países tan lejanos y tan cercanos geográfica y culturalmente como Chile, España, Irlanda, Portugal, Grecia. Fue lo que le permitió a la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX convertirse en uno de los países más atractivos del mundo.
Me parece que lo que hoy se puede percibir en buena parte del electorado es un rechazo al autoritarismo. En esto hay un común denominador entre quienes no votarán por el Frente para la Victoria. Hoy se escucha hablar a la oposición de instituciones republicanas. Y antes no. Hay consenso en buena parte de la oposición en el rechazo a los superpoderes, a la reforma del Consejo del Magistratura, a prácticas electorales fraudulentas; en fin, al abuso de poder. Hoy por hoy me parece que el consenso pasa por ahí. Pedir algo más sería muy pretensioso.
ReplyDeleteOscar, me parece fantástico que se esté dando un proceso de aprendizaje, aunque sea leve.
ReplyDeleteAhora, ¿el espanto de la oposición por el avasallamiento de las instituciones es legitimo o pasa más porque no son ellos los protagonistas?
Me parece que es legítimo. Podríamos hacer un paralelismo entre el rechazo actual al autoritarismo y el rechazo que hubo generalizado a principios de los noventa a la inflación. Luego de décadas de inflación e hiperinflación en aquel entonces hubo un consenso sobre el rechazo a la inflación. Aquí, en este post, se trató bastante la interpretación del carácter multitudinario que tuvo el velorio y funeral de Alfonsín. Y se recordaron prácticas no democráticas que tuvo aquel gobierno como cuando se detuvo a Rosendo Fraga y otros. Pero políticos actuales radicales o de origen radical como Ricardo Alfonsín, Margarita Stolbizer o Lilita Carrió no avalarían hoy en día una medida de gobierno como aquella.
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