May 25, 2009
El año que viene es el segundo centenario de la Revolución de Mayo.
El contraste con el país del primer centenario no puede ser más brutal. La Argentina de 1910 estaba entre los países más ricos y pujantes del mundo. Socio privilegiado de Inglaterra, la primera potencia de la época. El consenso era que le esperaba un futuro brillante.
El del segundo centenario ha elegido la intrascendencia, la pobreza y el atraso. Su mayor ambición es seguir desempeñándose como mamporrero de Chávez. Salvo algún milagro, le espera una lenta pero segura decadencia.
Pero, como para millones de argentinos pobreza y atraso son sinónimos de dignidad, juran y perjuran que nunca estuvieron mejor.
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Hace un rato escuché a Adolfo Pérez Esquivel por Radio Mitre Córdoba. Pérez Esquivel ponderó, como modelo, a Cuba por su resistencia a Estados Unidos. Este comentario lo hizo porque previamente había estado hablando sobre la Revolución de 1810. El periodista de Córdoba, Lalo Freyre, que lo entrevistaba, no le cuestionó nada de lo que estaba diciendo.
ReplyDeleteOscar, disculpame, pero a millones de argentinos les encanta vivir así.
ReplyDeleteLouis, otro ejemplo de tu clásica frase, ayer el ministro del interior Randazzo dijo en una entrevista (y con cara seria, para colmo) "Kirchner le devolvió la dignidad a los argentinos"
ReplyDeleteNo hay caso, no tienen retorno los muchachos.
Totalmente de acuerdo.
ReplyDeleteKirchner les devolvió la pobreza y el atraso a los argentinos.