¿Por qué será, no?
Este argumento olvida deliberadamente que en 1997 Menem perdió la elección legislativa de medio mandato, obteniendo 10 puntos menos que la Alianza en el ámbito nacional y quedando 5 por debajo en la provincia de Buenos Aires, donde Graciela Fernández Meijide se impuso a Chiche Duhalde.
Pese a esta derrota electoral, no hubo crisis de gobernabilidad en los dos años siguientes, aunque la economía sufrió el embate de la caída de los mercados asiáticos que arrastró a Rusia en los últimos meses de 1998 y la devaluación brasileña del 30% a comienzos del año siguiente.
Es así claro que una derrota en la elección de medio mandato no hace inexorable el estallido económico y la entrega anticipada del poder.
Hay una enorme diferencia entre Menem, que era un negociador nato, y K (ya no hablo del "florero" que tiene al lado), un autócrata intolerante, que sólo puede mandar a su antojo si tiene sometido al Congreso y hasta el poder Judicial.
ReplyDeleteCada vez está más claro que K tuvo el gran espaldarazo de una situación mundial excepcional para nuestros productos, circunstancia con la que no contó el riojano y así y todo la década del 90 fue claramente superior económicamente e institucionalmente a la actual.
Me daría por muy bien servido si algún día Argentina recupera el nivel de ingresos y de libertad política y económica de los 90.
ReplyDelete