Jun 3, 2009


Creo que vale la pena leer el comentario de El Enmascarado.

Se confirma lo que ya sospechaban muchas señoritas lectoras del blog, Mr Masked One es un dandy:

Recuerden que también hay personas un tanto excéntricas que gustan de cosas que a la mayoría no les gusta y que no son precisamente intelectuales ni tampoco snobs.

En un mundo tan regido por las modas masivas en ropa, pensamiento político, lecturas, música, etc., etc., me parece válido tratar de mantener alguna característica singular que marque la diferencia con los demás.

Lo muy común y ampliamente difundido corre el riesgo de ser vulgar, masivo y popular y no todos preferimos eso. Un toque diferente puede marcar un estilo propio y, algunos, prefieren esa marca distintiva.

Por ejemplo, en mi caso desde jovencito me gusta usar camisas sports de color khaki con dos bolsillos y charreteras o de color celeste (tipo marina americana de la 2ª Guerra Mundial). Las uso desde entonces (no las mismas ya que las voy renovando -aclaración destinada a eliminar el chiste obvio-) y son parte de mi estilo de vestir. No soy demasiado original, lo sé, ya que Carlos Páez Vilaró cultiva un look parecido, pero sí son una constante en mi forma de vestir.

Hace unos años se pudieron de moda entre los jóvenes y, pese a ello, me negué a abandonarlas porque yo las venía usando desde mucho antes.

Lo mismo me pasa con los sombreros aunque no soy de la generación que los usaba habitualmente, pese a los que piensen que soy un fósil.

Me gusta usarlos en invierno con traje, siempre que salgo al campo, y nada mejor que un buen Panamá cuando el sol te fríe el cerebro en el verano español. En España nadie usa saco blanco de hilo en verano. Yo sí y me divierte que me miren como un bicho raro ya que seré bicho y seré raro, pero voy al laburo más fresquito que muchos españoles que también tienen que usar saco y corbata como yo.

En fin, no creo hacer mal a nadie vistiéndome como se me da la gana, pero manteniendo un estilo personal y que, en el fondo, no hace más que reflejar la forma en que me educaron en mi casa y cómo lo veía yo a mi padre.

También sigo usando paraguas negro largo (no esas cosas chinas y cortas tan prácticas, pero poco elegantes) con empuñadura y camino hamacándolo como hacían los ingleses y los argentinos cuando yo era chico.

Mis demás toques personales son menos frívolos y más generalizados si se quiere y consisten en no renunciar al pensamiento crítico y en siempre, siempre, tratar de no ser un fanático.

3 comments:

  1. Como todos saben, conozco bien al Enmascarado y puedo dar fe de que es un señor elegante que, además, posee todos las otras características que según los británicos deben formar la personalidad del "gentleman", especialmente el coraje, el honor y esa mercadería escasa que es el sentido del humor.

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  2. Mis respetos.
    Siempre pensé que la elegancia no era una menifestación superficial, que las personas que la ejercen de verdad lo hacen desde adentro para afuera. Es notable y resulta afectado cuando alguien pretende transitar el camino inverso, cuando intentan adoptar las formas pero no hay una correspondencia interior que las sostengan.
    Como es de estilo, saludo al Señor Enmascarado quitándome parcialmente el sombrero.

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  3. ¡No me imaginaba que mi comentario iba a terminar siendo un post que, a su vez, sería objeto de comentarios! Simplemente, y en relación a la idea de que a los intelectuales les gustan cosas que le gustan a pocos, pretendía señalar que esta afirmación no era del todo cierta ya que se podía tener algún toque diferente y propio que lo distinguiera a uno del resto del rebaño sin que se sea tildado de snob o, Dios me libre, de intelectual.

    Era un pensamiento medio off topic porque tengo claro que el artículo de Rozintchner iba más allá y estoy de acuerdo con muchas cosas de las que él señala. Le agregaría que, en general, muchos intelectuales de izquierda, de derecha o del centro suelen escribir y expresarse con mucha preocupación por "la Humanidad" y en su conducta diaria dejan claro que les importan un comino las personas concretas y tangibles, sobre todo las más cercanas como sus hijos, su pareja o sus padres.

    Volviendo a mi comentario, deseo aclarar algunos conceptos que podrían prestarse a confusión:

    Louis: te agradezco la intención pero no soy un dandy. No me parezco tampoco al Gran Gatsby, Robert Redford siempre fue más rubio que yo.

    (¡Me tendrías que ver un domingo a la mañana en mi casa cuando me levanto!)

    Carlitos, querido amigo de tantos años, no hay palabras para agradecer la amabilidad de tu comentario, pero la definición de gentleman te encuadra perfectamente, y con más motivos, a vos que a mí.
    (Los que no me conocen no se dejen confundir por la generosidad del comentario de mi amigo, me he pasado años cultivando mi natural cobardía y me siento agradecido de ser un cobarde vivo.)

    Bugman: muy amable y espero que algún día nos podamos conocer personalmente (aunque sin llegar a excesos bíblicos) y saludarnos quitándonos ambos el sombrero. Aclaración necesaria para los que no usan sombrero: no significa que yo le quite el sombrero a él y viceversa (lo que sería un juego infantil inaceptable en gente grande), sino que cada uno se quitaría su propio sombrero. Como dirían los hispanos, nos descubriríamos o destocaríamos.

    Me descubro ante Uds.

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