El Opinador Compulsivo

La Gendarmería detiene a un grupo de franceses que intenta ingresar ilegalmente por Uruguay

De la sección “la vida en la nube de cuesco".

¿Tomadura de pelo o autoengaño?

Si no fuera tan patético daría bronca. Como las familias venidas a menos, millones de argentinos siguen viviendo de las glorias del pasado, cenando formalmente ravioles recalentados con tuco en lata en la vajilla cachada que la abuela trajo de Francia, entre las cortinas deshilachadas cagadas por las moscas del comedor.

Hoy Perfil nos cuenta que por la crisis internacional los extranjeros (del primer mundo, aclaran, no vaya a ser cosa que alguien crea que hablan de la mersada de peruanos, bolivianos o paraguayos) hacen cola para radicarse en Argentina.

Se trata de emprendedores, gente que viene a invertir y generar riqueza en el país. Es raro, porque las estadísticas de inversión extranjera vienen en picada desde hace seis años.

Los números son categóricos. Un aumento del 40% del pedido de visas de ciudadanos franceses, que de 700 en 2007 pasaron a 1000 en 2008. ¿Alguien tiene idea de cuántos argentinos viven en Francia? No sé por qué me parece que son algunos más.

¿Hace falta mostrar la hilacha de esta manera? Argentina fue tradicionalmente un país receptor neto de inmigrantes. Pero los argentinos decidieron que aquello del derecho de propiedad, la libertad y la iniciativa privada era de maricones. Los machos bien machos eligen el socialismo nacionalista que, como la mierda, no alimenta pero entretiene.

Y ahora es titular en los diarios que 1000 franceses pidan visa para radicarse en el país.