Aug 28, 2009

Hasta hace menos de dos años, ¿cuál era para la prensa seria de EEUU el nuevo Vietnam de ese país? Irak.

¿Cuál es el Vietnam ahora? Afganistán.

Porque, claro, si el “formidable” ejercito soviético no pudo con ellos, menos podrán los mantequitas llorones de lo shanki:

In sum, neither insurgency nor violence in Afghanistan results primarily from opposition to external forces. It results instead mainly from internal problems related to the collapse of Afghan society and governance following the Saur Revolution of 1978. The presence of foreign forces and external support to insurgents has raised or lowered the level of violence and its effectiveness, but it has not been the cause of that violence in the last three decades. Nor is the footprint of foreign forces at issue.

4 comments:

  1. Me acuerdo que una vez en una materia leímos un artículo de una antropóloga española, y en el artículo decía que su último libro se titulaba "Irak: historia de un fracaso" editado en 2004. No había pasado ni un año y ella no dudaba en decir que la guerra era un fracaso.

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  2. La "progresía" se desgañita buscando un nuevo Vietnam.

    No podemos culparlos, la mitad de su caudal políticio viene de allí.

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  3. No creo que haya ninguna chance de que termine como Vietnam, pero me temo que Afganistán puede ser un bocado difícil de tragar incluso para EE.UU.

    Desde Alejandro Magno para acá, nadie en la historia logró jamás dominar y controlar a los afganos.

    El terreno es ideal para emboscadas, brinda refugios naturales y permite mantener líneas de suministro ocultas entre las montañas. A eso súmenle el espíritu belicoso (común a la mayoría de los afganos) más el fanatismo religioso de los Talibanes y nos encontraremos con un cóctel complicado.

    La historia muestra que lo máximo que un conquistador extranjero ha logrado es controlar las ciudades importantes empleando una combinación de fuerza bruta y de sobornos a los jefes tribales. Ya sé que EE.UU. no es un país invasor, pero temo que se va a empantanar o terminará entregando el bolonqui a un gobierno afgano que continuará la rutina histórica tradicional afgana, es decir, durará hasta que lo echen y vuelta a empezar con la calesita.

    Alguien podrá decir que el poder militar de la OTAN es abrumador respecto a las fuerzas talibanas y tendrá razón, pero todavía hoy se necesita infantería para ocupar el territorio y no hay suficiente tropa disponible. Temo que tampoco hay voluntad política, lo que es mucho más grave. Ojalá me equivoque.

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  4. Afganistán no debería ser más que algo así como lo que fue para el Imperio Británico. Un lugar dominado a medias por tropas para mantener al enemigo a raya.

    No tiene solución rápida, hay que quedarse ahí para pacificarlo en lo que se pueda, sobornando líderes y usando tecnología.

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