Sep 2, 2009

El debate que nos debemos

Entre varios debates que se deben en esta sociedad adolescente, el debate impositivo que se generó desde la serie de artículos de La Nación es muy bueno. Los impuestos son un mal sistema, por más que varios estén educados y convencidos de la "cultura tributaria" que viene de la monarquía y del virreinato. Rendir tributo ya lo dice todo, y qué pasa si no quiero arrodillarme y rendir tributo, voy preso. Detrás del impuestos hay violencia y extorsión, más allá de la noble causa que se invoque para recaudarlos. Es la mafia institucionalizada.

Esta mafia institucionalizada, el Estado, es negocio para el ciudadano de a pie, cuando es la mafia más barata que lo puede esquilmar a cambio de protección para poder vivir tranquilo sin que lo esquilme alguien más. Pero si el Estado se apropia de una parte mayor de lo que lo haría una mafia tipo banda errante o a lo pirata, y además permite que otras mafias lo esquilmen (a esas otras mafias no oficiales se los llama delincuentes en general), ya la ecuación no cierra. O sea, además de pagar entre el 60 y 70% de lo que el ciudadano produce, el restante 40 a 30% de lo producido esta sujeto a un robo comando, un secuestro express o a una confiscación tipo plan BONEX, pesificación, AFJP o inflación.

Además hay algo básico, alguien es o llega a ser rico (un país, una persona) cuando produce más de lo que consume, ese ahorro lo puede guardar o invertir (usarlo para aumentar la producción). Si las mafias se quedan continuamente con el exceso que la gente produce, se termina el exceso, todos viven al día y aparece la pobreza. En el fondo, ni a la mafia le conviene esquilmar a la gente porque llega un momento en que no tiene qué robar. Robar es apropiarse de la cosa ajena, con violencia sobre la cosa o la persona. Si evado los impuestos me confiscan mi propiedad y/o voy preso => impuestos = robo.

Ahora bien, ¿cómo hacemos para financiar los llamados bienes públicos?¿Cómo hacemos para luchar contra los free raiders? Bueno, es todo un tema. Podemos empezar minimizando la cantidad de bienes públicos a financiar y no aumentarlos como se hizo con el fútbol. Habría que privatizar (otorgar derechos de propiedad) todo lo que más se pueda y concentrarse en lo mínimo indispensable que por razones económicas o prácticas no se pueda privatizar. Mientras no haya un sistema voluntario (como la economía de mercado) para financiar los bienes públicos, los impuestos deberían ser bajos, lo mínimo indispensable y cobrados al nivel más local posible (la municipalidad) para que las consecuencias de pagar o no pagar los impuestos se disfruten o sufran a nivel local y no distribuidos entre todos. Mientras exista la coparticipación federal de impuestos, nadie tiene ningún incentivo para gastar menos o mejor. Ese es el primero de muchos cánceres que hay para extirpar.

3 comments:

  1. Exacto, reducir el sector público a un mínimo absolutamente indispensable para pagar un mínimo indispensable de impuestos.

    ¿De qué estamos hablando? De poco más que defensa, justicia y seguridad.

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  2. Argentina va a cambiar cuando la gente cambie de mentalidad, no cuando cambien las figuras políticas.
    Cuando entiendan que bajar impuestos en lugar de subirlos para "distribuír" es lo más saludable, cuando entiendan que hay que respetar la libertad de terceros, que el Estado no deba meterse en los asuntos internos de la gente, etc. Ahí sí va a cambiar Argentina, por ahí no cambia nunca más, por ahí sí.
    Que se yo, este país es muy raro.
    Ah, y gracias por la mención a mi blog.
    Un abrazo.

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  3. Definitivamente Dario, esto no se arregla solo con una ley o una persona. La gente tiene que cambiar la froma en la que razona, donde todos le exigen todo al Estado.

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