No me canso de decirlo, qué irónica es la vida.
Mientras la progresía de EEUU está convencida de que ha descubierto la piedra filosofal y quiere avanzar a toda costa con la socialización del sistema de salud, en otros países tradicionalmente más socialistas que EEUU, la pelea es por avanzar en exactamente el sentido contrario.
Esta mañana quedé sorprendido muy gratamente escuchando al analista político de la radio sostener que es un error la demanda permanente por la gratuidad de todas las cosas en la vida porque lo que suele suceder es que nos quedamos en el peor de los mundos: pésimos servicios con un costo altísimo que corre por cuenta de los que no los usan.
El alto mando del Partido Liberal de la provincia emitió un documento en el que propone buscar nuevas fuentes de ingresos para financiar al estado provincial y entre las posibilidades que barajan está la de terminar con la gratuidad de los Cégep, los “community colleges" locales.
Los van a matar, dónde se ha visto.
Mientras tanto, en el resto del país, cada día cobra más fuerza la idea de abrir el sistema de salud a la participación privada.
Luis, hoy leia el libro ese que comente antes (Au revoir to all that) y describe los primeros dos años del gobierno de Miterrand y parecen calcados a los primeros meses de Obama... el autor se despacha a gusto sobre las catastroficas consecuencias que siguieron esas medidas...
ReplyDeleteEs como vos decis: cuando unos quieren desandar el camino equivocado, otros se empeñan en seguir sus huellas...
Unas van y otros vienen, pero el socialismo siempre es la solución.
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