Alguna vez comenté por acá sobre los paralelismos que veo entre muchas de las actitudes ante la vida de los argentinos y del fundamentalismo islámico. Por mencionar algunos ejemplos, la tendencia a vivir de las glorias del pasado, a culpar a los demás de los fracasos, la marcada preferencia por el fracaso ajeno en lugar del éxito propio y la creencia generalizada de que la modernidad es un invento “neoliberal” para explotar a los pobres del mundo.
En la lista podemos incluir la reacción de muchos argentinos ante la estatización de hecho de los medios de comunicación en el país. Un sector considera que no es tan grave y otro apoya la medida con el convencimiento de que la intervención estatal es buena si el gobierno que la pone en práctica les es afín ideológicamente.
El común denominador es el mismo: la incapacidad de entender que sin libertad de prensa es imposible construir un país medianamente funcional.
Muchos argentinos están convencidos de que aquello de la prensa libre es una imposición cultural con el objetivo de perjudicar al país.
Habrá que seguir explicando que ningún país del mundo salió de la miseria y del atraso sin prensa libre.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.