Otro clavo más en el ataúd de la república. A no bajar los brazos que falta muy, pero muy poco.
Se aprobó nomás. Al kirchnerismo no le alcanzaba con la estatización de hecho de los medios de comunicación, tenía que hacerlo de derecho también.
Como vengo diciendo desde hace unos días, sólo un milagro, de esos que no pasan dos veces, hubiera salvado las hilachas de la república que aún quedaban.
Por acá se habló varias veces del hartazgo de la gente con el régimen, de la caída de la popularidad de los Kirchner, de que el argento de a pie no los aguanta más. Si es realmente así, ¿alguien me explica cómo puede ser posible que se den maña para aprobar las leyes que se les venga en ganas?
Me temo que la explicación es muy sencilla. En el fondo, una gran mayoría de los argentinos comparten este modelo de país. Les encanta, lo llevan en el alma.
Los senadores jamás hubieran votado ésta o ninguna otra ley sin el acuerdo de los gobernadores de sus provincias.
Ahí lo tienen, la patria progresista está cada día más cerca. Qué sea con felicidad.
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