Yo sigo creyendo que el mayor daño del experimento neopopulista de Duhalde – Kirchner no fue el fenomenal proceso de destrucción de riqueza, ni la bomba de tiempo que le dejan al próximo gobierno, ni el trabajo de zapa institucional sino haber contribuido decididamente a que el odio, el rencor, el resentimiento y el revanchismo vuelvan a ocupar las energías de millones de argentinos.
Es muy difícil que le vaya bien a una sociedad mucho más preocupada por el fracaso ajeno que por el éxito propio.
A mí me parece que llegaron tarde, sólo aprovecharon el resentimiento, ni lo inventaron ni lo acrecentaron mucho.
ReplyDeleteMe pareció que en los 90 se había canalizado a otras cosas, por lo menos en los hechos.
ReplyDelete