Jan 19, 2010

Felices de la vida

Relacionado con lo que dice El Cacha en La Nación de hoy.

Este fin de semana volvió un amigo que se fue dos semanas a Argentina. Ayer fuimos a almorzar para ponernos al día (me trajo una revista Noticias, primera vez que veo una en papel en más de 6 años).

Estamos hablando de la zona entre la provincia de BA y la de Santa Fe, una de las más ricas del país (si no es la más rica).

Lo que cuenta es absolutamente coherente con el proceso de tercermundización que Argentina retomó con inusitado entusiasmo a partir del golpe a De la Rúa. Como hasta fines de los 80, ha vuelto a ser un típico país de salarios bajos, con servicios muy baratos y bienes carísimos. El trabajo no vale nada.

Este amigo volvió horrorizado de los precios. Anticipando las preguntas de parientes y amigos, se llevó varias circulares de supermercados y cadenas minoristas de acá para comparar.

Salvo en productos con precios controlados, como la leche y la carne, los precios son iguales o mayores que los de acá.

Hay unas distorsiones increíbles en las estructuras de precios. La verdura es imposible de comprar por lo cara, la fruta, cosechada en la zona, es más cara que acá en Québec, que la traen de vaya a saber donde.

La ropa comparable a la que se vende acá es más cara que en Québec. Ni hablar de la electrónica, de los autos, de los zapatos, de productos de ferretería y demás.

Los salarios, en el mejor de los casos, son una fracción de los de acá. Se consigue una persona para hacer trabajos de mantenimiento generales en una casa pagándole por el día lo que acá gana por hora.

Villas miserias y casas precarias por todos lados y, al mismo tiempo, casas nuevas de un millón de dólares.

Como en los gloriosos 80, infraestructura, como caminos, que no recibe el menor mantenimiento. La única manera de lograr que llegue el asfalto y la luz es con conexiones políticas.

Insisto, estamos hablando de una de las zonas más ricas del país. No sé qué queda para el interior de la provincia de Santiago del Estero o Formosa.

De la dignidad no les puedo decir mucho porque lamentablemente se olvidó de llevar el dignidómetro digital que se compró para el viaje.

7 comments:

  1. Excelente tu comentario, deberia leerlo Mauri K de DereK, ya que para el es un pais muy barato gracias a los K, cabeza de Kk, que mas se le puede pedir? pensar ni a palos.

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  2. Sospecho que MauriK es un personaje del blog DereK o algo así.

    Lo de servicios baratos/bienes caros y salarios pauperrimos es tal cuál.

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  3. Lo de servicios baratos ya no es tan así...siguen siendo baratos en u$s los servicios cuyo precio está fuertemente regulado por el estado (transporte público urbano, agua, luz, gas y teléfono). Pero el resto de los servicios, ya están carísimos.

    Ejemplo: yo en el 2001 pagaba de obra social $96 (u$s 96) por mes. Hoy, misma prepaga, mismo plan, pago $366 (u$s 96). Celular, internet y televisión por cable son carísimos también. Los pasajes en micro de larga distancia ni hablar...cuestan lo mismo en u$s que antes de la devalueta.

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  4. Fede, me refiero a que el trabajo no vale nada. Tradicionalmente en Argentina los materiales costaron más caro que la mano de obra. Esa situación empezó a cambiar en los 90 y ahora vuelve a ser la misma de siempre.

    Se sabía que tarde o temprano los precios de la economía, menos los salarios, iban a volver a valores similares a los de antes de la devaluación.

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  5. Tal cual Louis, en eso estamos totalmente de acuerdo. A mí lo que más me llama la atención de todo esto es la resignación con la que se lo toma la gente. Como si fuera producto de las leyes de la naturaleza, en vez de responsabilidad directa del gobierno.

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  6. Comparto, Fede, parecieran que están hablando de un desastre natural inevitable como un terremoto o un huracán.

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