Feb 4, 2010

Ya lo comenté por acá alguna vez. Nadie puede gastar lo que no tiene. Si alguien gana 100 y pretende gastar 120, esos 20 los tiene que financiar de alguna manera. Cuando no hay forma de seguir financiando la diferencia entre los ingresos y el gasto, la baja del gasto, el temible “ajuste menemista”, se vuelve inevitable. Es lo que Kirchner trata de evitar a toda costa. No vaya a ser que pase a la historia como un “neoliberal”.

Por supuesto que, como dice Llach, sería preferible toda la vida aumentar los ingresos a tener que bajar el gasto. Pero suele ser considerablemente más complicado y lleva mucho más tiempo. En Argentina, gracias al fenomenal viva la pepa de estos 7 años, los plazos se han acortado dramáticamente.

Yo creo que es imposible seguir financiando aumentos del gasto público superiores al 30% anual. Parece mentira, pero el gasto público ya está en 43% del PBI y en 2010 llegaría al 45% (aunque como los argentinos se empeñan en seguir viviendo en una realidad paralela, muchos insisten en equiparar a récord de gasto público con récord de bonanza económica).

Pero, teniendo en cuenta que Dios es argentino, no descarten alguna intervención milagrosa del barbudo de aureola.

3 comments:

  1. Es un viejo verso ese de "Aumentá los ingresos en lugar de bajar el gasto". Aumentar los ingresos puede a veces ser directamente imposible. El camino más facil a la bancarrota es gastar más de lo que uno puede generar bajo la escusa estúpida de que "el próximo intento va a funcionar". Se puede ser arriesgado (y es condición necesaria para hacerse rico) pero no tonto. Los gastos siempre dependen más de la voluntad del que gasta que los ingresos del que los obtiene.

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