Yo sigo creyendo que uno de los mayores aciertos y el principal motivo de la popularidad de la caja de conversión en los 90, cuando estábamos mal y no teníamos dignidad, fue haber sincerado y otorgado rango de ley a una situación que se vivía de hecho.
Desde hace décadas, todos los argentinos, incluidos los identificados con el más delirante y reaccionario nacionalismo de izquierda/derecha, ahorran, piensan y plantifican en dólares.
El gran error de Menem fue no haber avanzado hacia una dolarización total de la economía. Dejar de usar el vale por un dólar en el central que era el billete de un peso convertible y reemplazarlo por el de la foto de Don George W.
En el fondo, la caja de conversión fue un extraordinario proceso de democratización. No hizo más que poner al alcance de todos los argentinos las mismas herramientas para proteger su patrimonio que los argentinos de mayores ingresos venían utilizando de toda la vida.
El gran problema, la afrenta imperdonable, es que dejaba a la corporación política sin clientela a la que cobrarle el impuesto inflacionario cuando las papas quemen.
"Un año después, justo antes de la creación del corralito financiero y a las puertas de la devaluación del peso, Kirchner y su mujer sacaron todos sus ahorros del país, un total de 1.815.274 dólares, y los depositaron en una cuenta corriente del Deutsche Bank, en Estados Unidos."
ReplyDeleteYo quiero que cualquier hijo de vecino pueda tener una cuenta corriente en dólares en Nueva York o donde quiera, como hicieron los Kirchner.
Los Kirchner, 100% a favor de la banca offshore. ¿Por qué no hacer que esté disponible para todos los argentinos?
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